La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha hecho este viernes autocrítica y ha reconocido que el PP en algún caso “tardó en reaccionar” a la hora de apartar del partido y de sus cargos públicos a los implicados en corrupción. El mismo día en que se conoce la primera sentencia sobre la ‘trama Gurtel’, que condena a sus principales cabecillas, la también ministra de Defensa, en su discurso más importante en el Congreso del PP, que ha empezado esta tarde a las 16:00 y la espera de que se conozca si Mariano Rajoy la ratifica como su mano derecha en el partido, ha admitido que los escándalos de corrupción les han afectado “de lleno” al partido. Pese a ello, ha admitido, el PP no siempre fue lo “ágil” que la sociedad demandaba, porque a sus dirigentes les parecía “imposible” lo que les estaba “pasando”.

Por eso, ha recordado, los conservadores admitieron “errores, pidieron perdón” e hicieron propósito de enmienda. Así, ha subrayado, el Gobierno aprobó “la mayor batería de medidas” anticorrupción de la democracia, muchas de ellas “inspiradas desde el PP” y “nadie que está envuelto en este tipo de casos” sigue en las filas de la formación.

Aún así, ha recordado también una de las señas de identidad de Rajoy: la defensa de la presunción de inocencia. Cospedal ha reivindicado la necesidad de que el PP sea “ecuánime” y no permita que “los de la tribu”, en referencia a Podemos, usen la corrupción “para dañar la vida pública” y pongan en duda “todo el sistema”.

Y es que, la formación morada, ha estado muy presente en el inicio del congreso conservador. Unos con mayor contundencia y otros de forma más sibilina, casi todos los dirigentes populares que han intervenido han aprovechado que Podemos celebra este fin de semana su traumática asamblea para confrontar su “unidad” interna con los “codazos” que sufre la formación morada.