La exministra María Dolores de Cospedal deja el PP, pero no del todo. La antigua secretaria general se reunió con el líder del partido, Pablo Casado, en Génova ayer y de «mutuo acuerdo», según fuentes de la dirección, acordaron que abandonara su puesto como vocal en el comité ejecutivo nacional, el máximo órgano de dirección de los populares. A lo que no renuncia es al acta de diputada. Al menos por ahora.

Las grabaciones realizadas por el excomisario José Manuel Villarejo en las que Cospedal pide al expolicía que espíe a su compañero de partido Javier Arenas y al hermano del exlíder del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba han podido con la paciencia de Pablo Casado que, según fuentes de su equipo, pidió a la afectada un paso atrás. No se atrevió, añaden, a pedirle el acta de diputada, un título personal e intransferible que le permitiría ser juzgada por el Tribunal Supremo en caso de necesitarlo. Sin embargo, en Génova piden «no acelerar la realidad» y dicen ser conscientes de que es un «proceso vivo», en referencia a las posibles informaciones que puedan salir. Así las cosas, Casado ha decidido ir día a día, audio a audio.

COMUNICADO A LA PRENSA

Tras la reunión, Cospedal emitió un comunicado en el que aseguraba que renunciaba a su puesto como vocal de libre designación para que los «ataques» que ha recibido estos días por esas grabaciones no se hagan «extensivos a la formación política» popular. Casado podría echarla del grupo del PP o al menos sugerírselo, como ocurrió con la senadora Rita Barberá en su momento, pero no ha dado ese paso. Tampoco ha tomado la iniciativa de retirarle los dos cargos que tiene en el Congreso como diputada: la política es vocal de la Diputación Permanente del Congreso y preside la comisión de Asuntos Exteriores. Según fuentes parlamentarias, de ambos puestos podría echarla, pero en el caso del segundo, al abrir una nueva votación en la mesa de esa comisión de Exteriores, podría ser que perdiera la presidencia de la comisión por las mayorías de PSOE, Podemos y los independentistas.

En la dirección de Génova se admite que le han reclamado que dejara el puesto de vocal e insisten en que es un «proceso vivo2, dando a entender que se temen que otras grabaciones acaben de dilapidar la imagen de Cospedal y tenga que abandonar esos otros puestos más adelante.

En el comunicado enviado a los medios, Cospedal reitera que ella no ha «mentido nunca» sobre el «conocimiento» de Villarejo y asegura que las reuniones que mantuvo con él las realizó pensando en que eran su «obligación» como secretaria general para «tener toda la información posible acerca de los hechos que pudieran perjudicar» al PP. «Mi lucha contra la corrupción (…) ha sido siempre una prioridad en mi función como secretaria general», afirmó.

«Las manipulaciones que se están haciendo de las cintas publicadas tratan de ofrecer una imagen distorsionada de la realidad, son extractos editados que solo tratan de perjudicar y dañar mi imagen personal, algo que no quiero que se extienda al Partido Popular», concluye el texto.

La comparación con Delgado / Apenas media hora después del comunicado, el secretario general del PP, Teodoro García Eegea, ha asegurado que la exdirigente manchega ha dejado su cargo en el comité ejecutivo «de mutuo acuerdo» con el presidente del partido y la dirección. García Egea aprovechó para recordar que la ministra de Justicia, Dolores Delgado, también salió en unos audios de Villarejo y pedirle que deje «con la misma rapidez» su puesto en el Consejo de Ministros.

El portavoz exigió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias que «no se atrevan a hablar» de este asunto mientas Delgado no dimita. «Espero que no tengan la osadía y el atrevimiento de dar una sola indicación», añadió Egea.

Desde el partido conservador se asegura que Casado no ha pedido su renuncia al escaño, pero están a la espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos y las grabaciones de audio que puedan ir apareciendo en los próximos días.