Albert Rivera dio ayer un golpe de efecto al anunciar la incorporación del abogado del Estado Edmundo Bal a las listas de Ciudadanos como número cuatro por Madrid para las elecciones generales del 28 de abril. Bal fue destituido como jefe de lo Penal de los Servicios Jurídicos del Estado por defender que había que acusar por un delito de rebelión a los líderes independentistas que están siendo juzgados en el Tribunal Supremo. La Abogacía del Estado les acusó finalmente de sedición.

Durante un acto de la formación para presentar a sus candidatos por Madrid, Bal tomó la palabra para lamentar haber sido noticia en los periódicos «por cumplir con la obligación de una persona honrada». «Me cesaron porque quería que mintiera y me negué», afirmó. En un tono apasionado, habitual en él, el flamante candidato aseguró que «España se encuentra muy mal, muy baja de valores». «El que cumple su obligación, tendría que hacerlo sin miedo, trabajando por el país», como él ha hecho hasta ahora como abogado del Estado, y hará «desde otro lugar mucho más relevante». En su opinión, Cs llega para «cambiar las cosas» con «un proyecto que va a unir ciudadanía con política y a los distintos sectores de la vida española para trabajar por los que piensan» como ellos y los que no.

Rivera, que calificó a Bal de «héroe», destacó que «la principal labor de un líder es rodearse de gente buena y trabajadora». «La purga de Sánchez es echar a gente como Bal y luego pactar con Torra. Sánchez tiene de aliado a Torra y yo tengo en mi equipo a Edmundo Bal», se jactó. «¿Os imagináis a Bal concediendo indultos a los que han intentado cargarse este país? ¿Os imagináis a Arrimadas negociando y pidiendo perdón bajo una pancarta que pone presos políticos? ¿Me imagináis a mí sentado con Torra y poniendo un mediador?», se preguntó Rivera.

COMPROBAR TOLERANCIA

Por su parte, el presidente del PP, Pablo Casado, calificó ayer en Málaga de «sonoro pinchazo» la manifestación independentista del sábado en Madrid, asegurando que ha permitido comprobar la «tolerancia» hacia el planteamiento de las ideas soberanistas. «Pero una cosa es que lo puedan plantear en las calles y otra que tengan claro que legislativamente no se puede producir», dijo. Por eso, retó al presidente de la Generalitat a acudir al Congreso a defender su proyecto de independencia. El líder de la oposición planteó también los próximos comicios generales como un plebiscito «en el que sí votan todos los españoles». «¿No quieren referéndum? El referéndum será el 28 de abril, cuando haya que elegir entre el Gobierno de Frankenstein de Pedro Sánchez junto a los independentistas o uno del PP rescatando a España de la indignidad de estar a los pies de quienes quieren romperla», apuntó.

Casado acompañó a Francisco de la Torre en la presentación de su campaña para la reelección como alcalde de Málaga. Los independentistas «pudieron ver que no hubo ningún altercado, ni kale borroka ni nadie les insultó por llevar estelades o insultar a la justicia». «Había tolerancia, una sociedad madura que consagra el derecho a manifestarse», dijo, poniendo el foco de sus críticas en la presencia de Carles Sastre, «terrorista de Terra Lliure» a quien se pudo ver en la cabecera.