La inexperiencia de Ciudadanos al frente de una administración pública ha quedado de relieve en Andalucía, el primer gobierno autonómico al que ha llegado la formación naranja. En apenas seis meses de gobierno de coalición con el PP en la región, el partido de Albert Rivera ha tenido que afrontar la marcha de hasta nueve altos cargos. La última de ellas es una de las más significativas, por cuanto afecta a Igualdad, una de las áreas más señaladas por el tercer socio de investidura y de legislatura, Vox. El viceconsejero del ramo, segundo en el escalafón, anunció este lunes que dejaba el cargo por discrepancias con su jefa, justo tras la polémica por las palabras de ésta reclamando evidencias científicas de la brecha salarial.

Francisco José Martínez López, hasta ayer viceconsejero de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, será relevado este martes en el Consejo de Gobierno por el hasta ahora jefe de gabinete, Víctor Bellido, presente en la anterior administración socialista pero afiliado a Cs. Martínez López presentó su dimisión alegando motivos personales, aunque ha trascendido que esos motivos son las discrepancias con su consejera, Rocío Ruiz, por la forma de llevar el área.

"EVIDENCIAS CIENTÍFICAS" DE LA BRECHA SALARIAL

Aunque fuentes de la consejería apuntan a que la consejera estaba contenta por el trabajo desempeñado, lo cierto es que en las últimas semanas había cierto recelo en el ámbito del ejecutivo regional, dado que se señalaba a Martínez López como el responsable de los desaciertos de Ruiz que habían obligado al Gobierno a desmentirla o matizarla, cuando no directamente negarla. Es lo que ocurrió el pasado 16 de julio, cuando la consejera de Igualdad negó en un desayuno de prensa que la brecha salarial existiera en la administración pública y pidió a las universidades andaluzas evidencias científicas sobre este asunto. Y eso pese a que la propia Junta de Andalucía tiene un informe de hace unos meses en los que se confirma esa diferencia salarial entre hombre y mujer incluso en las administraciones.

Que nos den datos y cifras reales, pidió la consejera, que tuvo rápida respuesta desde el Ejecutivo regional. La brecha salarial por desgracia, sí existe en la Junta, y la consejera de Igualdad es consciente de ello igual que todos nosotros, dijo el portavoz y consejero de Presidencia, Elías Bendodo. El asunto llegó hasta el propio presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, que en un acto con mujeres reiteró varias veces el compromiso de su Gobierno con la igualdad entre mujeres y hombre. Y es que las palabras de Ruiz coincidieron en el tiempo con la proposición no de ley que Vox presentó en el parlamento andaluz para reclamar a la Junta medidas para no reconocer falsos planteamientos de tintes ideológicos. Es más, la formación ultraderechista apuntó que la brecha salarial es una de las grandes mentiras repetidas a diario, sin cesar y machaconamente, que se invoca gratuita y pleonásticamente hasta la saciedad para intentar convertirla en una verdad.

Martínez López rechazó ser el responsable de ese y otros desatinos de la consejera, asegurando en declaraciones a Huelva Información (la provincia de donde es oriundo) que llevo semanas sin hablar con ella. Si concedió, sin embargo, sus diferencias irreconciliables con la consejera, y que cree que la manera de llevar la Consejería no es la correcta.

La de Martín López no es la última de las bajas en el área de Igualdad, ya que ese mismo día 16 de julio en que habló sobre brecha salarial la consejera anunció la marcha, por un grave problema de salud, de la directora general del Instituto Andaluz de la Mujer, Mercedes Sánchez Vico, nombrada el pasado mes de marzo.

CASCADA DE MARCHAS

La cascada de dimisiones no se cierra ahí, dado que este mismo lunes se conoció la renuncia de la viceconsejera de Empleo, Isabel Balbín, que se marcha a la Diputación de Málaga. Funcionaria de la Tesorería de la Seguridad Social, Balbín fue una de las impulsoras de la operación policial Edu contra el supuesto fraude en los cursos de formación en la comunidad. A ella se suma un goteo de altos cargos situados en distintas consejerías de la Junta por la formación naranja: la secretaria general de Universidades, Pilar Ariza; la directora general de Fondos Europeos, Isabel Álvarez Carmona (cesada por el consejero); la secretaria general técnica de Igualdad, Inmaculada Jiménez; la delegada provincial en Almería de Educación e Igualdad, Antonia Morales o el delegado provincial en Málaga de Economía y Empleo, Miguel Guijarro, al que se vinculó con sociedades fiscales en Panamá. La que iba a ser delegada provincial de Turismo, Justicia y Regeneración, Isabel Fernández-Vivancos, no llegó siquiera a tomar posesión tras conocerse que, bajo su mando como jefa de los letrados de la Junta en Granada, una negligencia les hizo perder el caso contra un empresario de un centro comercial y obligó a una indemnización de 165 millones de euros. Después de perder el caso, se incorporó como colaboradora al bufete que defendió al empresario.

Frente a estas nueve bajas, el PP solo cuenta en su haber con la marcha del consejero de Hacienda, Alberto García Valera, que pocas semanas después de asumir el cargo y justo antes de iniciar la negociación para los presupuestos andaluces tuvo que dar un paso atrás debido a un problema cardíaco.