El PP y Ciudadanos avanzan posiciones para llegar a un acuerdo que permita el cambio en Andalucía tras 36 años de gobierno socialista. Mientras Albert Rivera, que reunió ayer a su ejecutiva nacional, marcaba como hoja de ruta «priorizar» las negociaciones con los populares, estos tienen ya un documento que servirá de base para la negociación a partir de la semana que viene y que contiene los 25 puntos que, en su opinión, comparten ambas formaciones y Vox, principalmente en materia económica y fiscal. La intención de Juan Manuel Moreno es formar un Gobierno de coalición solo con Cs, que ya no descarta un acercamiento a los ultraderechistas. «Sería una irresponsabilidad descartar ningún escenario», aseguró Rivera.

El PP andaluz da por hecho que obtendrá la presidencia de la Junta, algo «innegociable» por su experiencia de gestión y su larga trayectoria de oposición. También por el propio reparto de fuerzas en las urnas: el PP obtuvo el 41,5%; Cs, el 36,5%, y Vox, el 21,9%. Los conservadores no quieren ni pensar que la pelea por el reparto de sillones provoque un bloqueo institucional y la repetición de comicios, un escenario en el que dicen está ya el PSOE para presionar a Cs. Y a esa entente entre socialistas y naranjas dio ayer pábulo el líder de Podemos, Pablo Iglesias, al abrir la puerta a facilitar, por primera vez en la historia del partido, un Gobierno de Cs. La idea no gustó a su dirigente andaluza, Teresa Rodríguez, que la rechazó de plano.

«Los sillones ya los han decidido los andaluces, que son los que tienen la fortaleza de decidirlos, y decidieron que el primer sillón de representación, la presidencia, lo ostentaba quien más respaldo y confianza ha tenido, que fue el PP», arengó ayer Moreno ante los suyos en Málaga. Desde Madrid, Rivera abría la puerta a ese Ejecutivo de coalición a dos bandas que es el único escenario que contemplan los populares.

«Con cinco partidos en el Parlamento y un cambio a ejecutar, sería una irresponsabilidad empezar a descartar escenarios que hay sobre la mesa. Puede ser un Gobierno estable en el que se negocien contenidos, personas, políticas y futuro», adujo. El líder naranja sigue abogando a lograr la presidencia para que «esté al frente alguien que represente el cambio, un partido limpio que no esté pendiente de los juzgados».

CONDICIONES DE VOX / La hoja de ruta del PP contempla que una vez cerrado este acuerdo de gobierno, se inicien los contactos para concretar el apoyo de Vox, que ayer mismo reiteró su intención de «no reclamar cargas ni cargos». El líder de los ultras, Santiago Abascal, dejó claro ayer que, aunque no quieren hablar de líneas rojas, en cualquier negociación «han de asumirse postulados» de todas las partes.

Vox fija ya ocho condiciones, entre ellas la devolución de las competencias autonómicas de Educación y Sanidad para que Andalucía sea «una comunidad autónoma de España». También el cierre de Canal Sur, una cuestión que puso en un compromiso al secretario general del PP, Teodoro García. En una entrevista en RNE se mostró de acuerdo con la posibilidad del cierre del canal autonómico (blindado por el Estatuto), aunque más tarde matizó diciendo que se trataba de analizar la viabilidad de la televisión para hacerla más eficiente.

Parte de las propuestas de Vox coinciden con las recogidas por el PP en su documento de 25 puntos, pero no otras como la inmigración o la supresión de la ley de violencia de género, que defiende la formación ultra.