La fábrica-embotelladora de Coca-Cola en la ciudad de Alicante, una de las cuatro que la compañía prevé clausurar junto a Fuenlabrada (Madrid), Asturias y Mallorca, cumple su cuarto día cerrada a causa de la huelga general indefinida de la plantilla.

Como todos los días de esta semana, desde las 5 horas de hoy varias decenas de los 160 empleados se hallan concentrados a las puertas de la planta para evitar la apertura.

Otro grupo de trabajadores también bloquea la sede de la distribuidora, en el cercano polígono industrial del Pla de la Vallonga, para evitar el reparto de Coca-Cola, aunque desde los sindicatos denuncian que desde otras provincias se está trasladando el producto a la capital alicantina.

El presidente del comité de empresa, José Vicente Salinas, se encuentra hoy en Madrid para una nueva reunión con la dirección, y ha explicado por teléfono a EFE que las movilizaciones se han caracterizado por la ausencia de incidentes.

Un día después de que la Fitag-UGT del País Valencià denunciara ante la Inspección de Trabajo supuestas coacciones ejercidas por parte de la dirección de la embotelladora en Alicante a trabajadores para que "abandonen" la huelga, el seguimiento de los paros sigue siendo del "cien por cien", según fuentes sindicales.

La huelga comenzó el pasado lunes, 48 horas después de una multitudinaria manifestación por las calles de Alicante (secundada por 3.000 personas según el comité de empresa) para exigir a Coca-Cola Iberian Partners la retirada del ERE y la continuidad de la producción en la planta alicantina, cuya plantilla está integrada por 111 operarios y 49 administrativos y comerciales.

El próximo sábado hay convocada otra manifestación en Alicante.