El Consejo de Ministros del próximo viernes en Barcelona se ha convertido en una operación de orfebrería política: cualquier movimiento en falso puede acabar con la tímida voluntad que se percibe en ambas partes -el Gobierno español y el catalán- de explorar un acercamiento. Por eso adquiere trascendencia la visita que hizo ayer a Waterloo, donde tiene su residencia Carles Puigdemont, la cúpula del Departamento de Interior de la Generalitat. El consejero Miquel Buch y su número dos, Brauli Duart, se reunieron con el expresidente de la Generalitat a cuatro días de una cita que volverá a poner bajo los focos a los Mossos d’Esquadra. Fuentes del Govern sostienen que la reunión no tiene nada que ver con el despliegue policial del próximo viernes.

Sin embargo, las suspicacias son inevitables en un momento en el que los estrategas de los dos ejecutivos no solo están pendientes del éxito del despliegue policial del viernes -los Mossos contarán con ayuda de la Policía Nacional ante las protestas anunciadas-, sino sobre todo de un encuentro entre Pedro Sánchez y Quim Torra que sigue en el aire.

Sin embargo, el Gobierno ha descartado repetir el despliegue de la operación Copérnico cara al Consejo de Ministros del viernes. Así, ha decidido no incrementar el número de policías de las unidades antidisturbios (Unidades de Intervención Policial, UIP) que se desplazarán esta semana a Cataluña y que serán los ocho grupos, unos 400 agentes.

Fuentes conocedoras del operativo indicaron que «la Policía Nacional solo ayudará». «El mando y la responsabilidad del orden público la tendrán los Mossos d’Esquadra. Es una oportunidad para ellos, no sabemos si la última», afirmaron. En principio, los antidisturbios de las UIP se limitarán a encargarse de la seguridad de la Delegación del Gobierno, de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Barcelona y de otras dependencias policiales. También participarán, junto a los Mossos, en la cobertura de seguridad alrededor de la Llotja de Mar.

Los ocho grupos de la Policía Nacional comenzarán a salir hoy hacia Cataluña. Partirán de La Coruña y Vigo dos grupos, y mañana se reunirán en Barcelona con unos cien antidisturbios de Valencia, otros tantos de Sevilla, un grupo más (50 agentes) de Bilbao y otro de Navarra. Junto a ellos, viajarán otro equipo (7 agentes) de Valencia y otro de Pamplona. Los efectivos permanecerán en Barcelona hasta el 24, con posibilidad de amplíar su estancia.