El actual jefe de los Mossos, Ferran López, defendió este lunes ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena la actuación del cuerpo policial de cara al referéndum ilegal del 1-O. Según declararon fuentes jurídicas a este diario, se remitió al criterio de proporcionalidad a la hora de cerrar los colegios electorales que la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya Mercedes Armas incluía en su auto en el que ordenaba impedir la consulta.

López ha sido el primero de los miembros de la cúpula del cuerpo policial citado como testigo ante el instructor de la causa por rebelión, sedición y malversación. A continuación está previsto que comparezcan los comisarios Joan Carles Molinero y Emili Quevedo. Este martes lo harán Manuel Castellví y otros dos mandos de la policía autonómica.

Los cuatro comisarios estuvieron presentes en las reuniones solicitadas por los Mossos celebradas el 26 y 28 de septiembre con la cúpula del Govern de cara al 1-O. En ellas Trapero pidió al entonces presidente, Carles Puigdemont, que suspendiera el referéndum por los problemas de seguridad ciudadana, de seguridad y hasta de enfrentamientos que planteaba llamar a los ciudadanos a votar a una consulta que había sido declarada ilegal por el Tribunal Constitucional.

El comisario que sustituyó al 'major' Josep Lluís Trapero, tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, ya ha declarado en dos ocasiones ante la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela que investiga la actuación del cuerpo policial catalán por sedición por su actuación tanto el 20 de septiembre en Barcelona, durante los registros de la operacion Anubis, como el 1 de octubre.

La última vez fue el pasado viernes, después de que declarara el propio Trapero. Entonces relató que en los encuentros con Puigdemont, el exvicepresidente Oriol Junqueras y el 'exconseller' de Interior Joaquim Forn planteó que los Mossos, siempre que actúan como policía judicial, cumplen los mandatos de la fiscalía y de los tribunales.