Todas las elecciones dejan siempre lugar para las anécdotas y las curiosidades. En estos comicios de Cataluña marcados por la pandemia no podía ser de otra manera. Recopilamos aquí algunos detalles de la cita con las urnas.

Pérdida de votos a espuertas

De los principales partidos que se han presentado a los comicios y que ya concurrieron en los del 2017, solo el PSC ha incrementado los votos que obtuvo. En total, unos 42.000 más respecto a la anterior cita con las urnas, lo que representa un incremento del 23%. Por el contrario, ERC, ha perdido unos 335.000 votos respecto a los anteriores comicios.

La sangría de votos está localizada en el Partido Popular y sobre todo Ciudadanos, que los que más votos han perdido en estas elecciones catalanas: unos 77.000 y más de 950.000 respectivamente.

Los partidos posconvergentes JxCat, PDeCat y PNC se presentaban por primera vez tras la disolución de JuntsXCat. Estos partidos, de alguna manera, también han perdido votos. Suman unos 647.000 votos el 14-F, mientras JuntsXCat en el 2017 se apuntó 948.233 votos.

El papel del colectivo de jubilados

Representando a los mayores, la Unión Europea de Pensionistas y Unidos por la Democracia + Jubilados han recogido 631 votos y 400 votos (con el 98,6% escrutado) respectivamente y también se quedarán fuera del arco parlamentario. En su primera vez, Unidos por Democracia + Jubilados ha conseguido unos 400 votos solo en Tarragona (no se presentaba en el resto de provincias). Por su parte, los también debutantes UEP solo se presentaban en Gerona.

Seis diferencias y una similitud con las elecciones del 2017

La abstención, el triunfo del PSC en lugar de un jibarizado Ciutadans y la victoria del independentismo en votos y en escaños son las tres principales diferencias entre las elecciones al 'Parlament' del 2021 y las del 2017. Otra diferencia es la irrupción de Vox con 11 escaños en la Cámara catalana. La quinta la ha anunciado el candidato socialista, Salvador Illa: al contrario de lo que hizo Inés Arrimadas, él sí tiene la intención de presentarse a la investidura pese al veto que le impusieron los partidos independentistas. Precisamente, ese 'cordón sanitario' contra el PSC es la sexta diferencia respecto desde hace cuatro años. ¿Y la similitud? Pues que como entonces, el partido más votado no es independentista.

Una abstención de récord

Casi la mitad de los 5.368.881 catalanes con derecho a voto optaron por desentenderse de las elecciones que decidían la composición del 'Parlament' y, de forma indirecta, el próximo presidente de la Generalitat. La cifra de participación, un triste 53,56%, casi 26 puntos menos que hace tres años y dos meses, es la más baja jamás registrada en unos comicios autonómicos desde la restitución del autogobierno catalán.

Pese a que la participación se ha desplomado, los votos nulos han experimentado un crecimiento exponencial. Hace cuatro años se contabilizaron como nulas 16.092 papeletas, y en esta ocasión la cifra se ha duplicado. Y mientras la mayoría de partidos sacaban menos sufragios a favor que en la pasada contienda, también los votos en blanco han sido más numerosos esta vez, pasando de 19.461 a 23.000.

Unas votaciones nunca vistas

Muchos ayuntamientos catalanes han tirado de imaginación para esponjar colas y garantizar las medidas de protección indicadas por la pandemia del coronavirus y han habilitado más de un centenar de puntos de votación nuevos. En el caso de la ciudad de Barcelona, por ejemplo, muchos votantes han cambiado su colegio o instituto de toda la vida por equipamientos deportivos y mercados municipales. En concreto, una decena de mercados y 23 polideportivos. En el caso de la capital catalana, además, se ha reforzado el dispositivo de seguridad con 935 agentes de la Guardia Urbana, a disposición de los Mossos d’Esquadra si hubiera sido necesario.

Con todo, lo más llamativo fueron los EPI que llevaron los miembros de las mesas en el último turno, entre las 19.00 y las 20.00 horas, el reservado para las personas positivas por covid-19 o confinadas por contactos estrechos.