El que fuera jefe político de ETA José Antonio Urrutikoetxea Bengoechea, alias Josu Ternera, ha sido detenido este jueves en Francia. Autor intelectual del atentado contra la casa cuartel de Zaragoza, Ternera, de 69 años, estaba en paradero desconocido desde el 2002 y ha sido arrestado en la localidad de Sallanches, en el departamento de Alta Saboya (Alpes franceses) por agentes del Direction Générale de la Sécurité Intérieure (DGSI) en colaboración con la Guardia Civil, en el marco de la operación 'Infancia Robada'.

El terrorista estaba solo en el momento de la detención, según fuentes policiales consultadas por EL PERIÓDICO. El chalé en el que ha sido capturado está en la zona en que siempre especuló la Guardia Civil que se movía, cerca de la frontera suiza, si bien Ternera ya no se movía con frecuencia de su escondite. El arresto se ha realizado a primera hora de la mañana, en virtud de una orden internacional de detención dictada por Interpol, según el Ministerio del Interior.

Fuentes judiciales en Francia indican a Efe que el terrorista ingresará directamente en una prisión francesa para cumplir ocho años de la condena que recibió en 2017 por su papel como miembro del aparato político de la banda terrorista.

Ternera, protagonista del comunicado en el que ETA anunció su disolución, era uno de miembros de la banda terrorista que permanecían huidos de la justicia, la mayoría refugiados en Cuba, México o Venezuela.

Negociador y voz del final de ETA

Josu Ternera, nacido en Miravalles (Vizcaya) el 24 de diciembre de 1950, residía cerca de la localidad de Saint Gervais les Bains, a escasa distancia de las fronteras entre Francia, Suiza e Italia, una zona muy concurrida para la práctica de deportes de invierno. El etarra está considerado, al igual que José Ignacio de Juana Chaos, como uno de los históricos miembros de la banda huidos.

Vinculado con todos los intentos de negociación desarrollados por la banda terrorista, fue el protagonista del comunicado de mayo del pasado año en el que ETA anunció su disolución. Precisamente, Interior asegura que los esfuerzos para localizar a Ternera se intensificaron a raíz de su participación en este comunicado el 3 de mayo de 2018 y que fueron muchas pistas seguidas para dar con su paradero.

Del atentado de Zaragoza a Sokoa

Entre sus cuentas a saldar con la Justicia está el haber sido el autor intelectual del atentado del 11 de diciembre de 1987 contra la casa cuartel de Zaragoza, en el que murieron once personas -seis menores- y, más reciente, su procesamiento por crímenes de lesa humanidad. Dos años después de asumir el papel de número 1 de ETA, fue detenido en Bayona (Francia) en 1989 y condenado a diez años de prisión por la Justicia francesa, que lo entregó a España en 1996.

La Audiencia Nacional lo mantuvo preso por el 'sumario de Sokoa' hasta que el Supremo ordenó su puesta en libertad el 14 de enero de 2000 al entender que por esos hechos ya había sido juzgado y condenado en Francia. Estando en prisión fue elegido diputado en el Parlamento vasco por Euskal Herritarrok (EH), incluso miembro de la comisión de Derechos Humanos de esa Cámara, y concejal en Ugao-Miravalles, su pueblo natal. El Tribunal Supremo (debido a su condición de parlamentario) lo citó a declarar en noviembre de 2002 por el atentado de ETA contra la casa cuartel de Zaragoza. La Fiscalía argumentó que "necesariamente" tomó la decisión de cometer ese atentado en el que murieron once personas. No compareció en ninguna de las dos ocasiones en las que se le citó, de modo que el Supremo dictó orden de busca y captura internacional contra él. Permanecía desde entonces en paradero desconocido e incluido en la lista de más buscados de Interpol.

La dirección de ETA propuso a Ternera como negociador en las conversaciones de Argel en 1989 y en las de la tregua de 1998 pese a que en ambos casos estaba preso. También se le atribuye un papel importante en el alto el fuego permanente de 2006 y en 2013 se le ubicó en Oslo, junto a David Pla e Iratxe Sorzabal -ambos detenidos-, buscando la mediación internacional hasta que fueron obligados a abandonar el país ante la falta de avances.