La policía ha detenido a otros tres marroquís por la matanza de Madrid y ha aportado nuevos indicios contra el también marroquí Fuad el Morabit, quien ayer fue enviado a prisión tras comparecer ante el juez por tercera vez, con lo que ya son 29 los encarcelados. Por su parte, los forenses confirmaron que los terroristas inmolados en Leganés eran siete, aunque se desconoce la identidad de tres.

Los agentes detuvieron el viernes pasado por la noche en un piso de Parla, localidad madrileña cercana a Leganés, a los marroquís Said Aharouch y Assem Belhabj. También retuvieron a tres personas más que quedaron en libertad tras ser interrogadas. El domingo continuó la operación con la detención en Leganés de Ibrahim Atalah, también marroquí. Los tres están acusados de "colaboradores necesarios" de los autores de la masacre del 11-M. Atalah habría recibido llamadas y tenía, al parecer, alguna relación de amistad con los terroristas inmolados en el piso de Leganés.

ACTIVISTA A PRISION El juez Juan del Olmo, que dirige la investigación, apreció ayer indicios suficientes para imputar al marroquí El Morabit un delito de colaboración con banda armada y ordenó su prisión incondicional y comunicada. Los investigadores consideran que éste, que fue detenido el jueves por tercera vez, había hablado por su teléfono móvil con varios implicados en el 11-M antes y el mismo día de la masacre y que mantenía una relación muy estrecha con el jefe de la célula, Serhane ben Abdelmajid, el Tunecino .

El Morabit compartió piso con el hermano de uno de los terroristas inmolados en Leganés. A primeros de año se trasladó a vivir con el sirio Baset Ghayoun, encarcelado y acusado de colocar las bombas en los trenes. El Morabit y Ghayoun fueron arrestados el 25 de marzo en Ugena (Toledo), pero el primero quedó en libertad tras comparecer ante el juez Del Olmo el día 30. Ese mismo día fue detenido de nuevo y el 2 de abril el magistrado lo volvió a dejar en libertad con la obligación de presentarse a diario en una comisaría.

El imputado dijo ayer ante el juez que nunca sospechó que sus colegas fueran terroristas y se declaró inocente. Al ser preguntado de qué vivía y cómo sufragaba sus estudios de ingeniería aeronáutica en la Universidad Politécnica de Madrid, que había ampliado en la rama de electrónica en Gijón, dijo que hacía trabajos temporales en la construcción. Según fuentes jurídicas, su versión fue inconsistente en contraste con las pruebas que indican que recibía ayuda del jefe del grupo terrorista.

PISTA BRITANICA Otra vía de la investigación trata de determinar la conexión del grupo de el Tunecino con Ben Salawi, cabecilla de Al Qaeda residente en Gran Bretaña. La pista la dio una llamada de uno de los inmolados en Leganés a Salawi. Policías de Scotland Yard llegaron ayer a Madrid para ayudar en la investigación.

El juez Baltasar Garzón siguió ayer la toma de declaración de Muhamed Galeb, Abu Talha , considerado financiero de la célula de Al Qaeda desarticulada en España en noviembre del 2001. Este negó haber dado dinero a miembros de Al Qaeda y dijo que había dado 600.000 pesetas de limosna a una entidad legal. Un fiscal de EEUU interrogó ayer en la Audiencia Nacional, por otra parte, al argelino Jaled Madani, presunto miembro de Al Qaeda.

BECADOS El Gobierno español habría becado los estudios universitarios de Parlindungan Siregar --presunto miembro de Al Qaeda buscado por varios países--, así como de Mohamed Bekali, encarcelado por el 11-M, y de el Tunecino , el presunto jefe de la célula de Leganés.