Los socialistas andaluces recibirán este domingo al líder del partido, Pedro Sánchez, con las espadas en alto. El que será primer encuentro entre el nuevo secretario general y Susana Díaz no estará exento de polémica, dado que la baronesa andaluza no ha dudado ya este sábado en lanzar de nuevo varias pullas al primero a cuenta de su modelo territorial e incluso de su consideración a la historia del PSOE. El dardo más directo ha apuntado hacia la tesis de "nación de naciones" que ahora defiende Sánchez. “Las personas siempre han estado por delante de los territorios. Somos socialistas, nunca fuimos nacionalistas”, le ha espetado la dirigente andaluza.

Díaz revalida este fin de semana su liderazgo al frente del PSOE-A en un congreso sin muchos sobresaltos porque todo está muy amarrado. La también presidenta de la Junta de Andalucía ni siquiera tuvo rival, y fue proclamada automáticamente después de la recogida de avales. Por eso, todo el cónclave gira en torno al debate territorial en los meses previos al referéndum unilateral planteado por la Generalitat para el 1 de octubre. Igualdad ha sido la palabra más repetida por los intervinientes en la primera jornada, y es la que adorna las grandes banderolas con la que se encontrará el secretario general como fondo de su discurso. También la reivindicación de músculo del PSOE-A, sus 40 años de historia gobierno ininterrumpido en la región y sus victorias electorales.

“Estamos orgullosos de lo que hemos sido, lo que somos y lo que haremos en un futuro”, ha presumido Díaz, que tenía delante a todos los expresidentes de la Junta, incluidos unos recuperados Manuel Chaves y José Antonio Griñán después de su imputación en el caso de los ERE. Así, la líder del PSOE-A ha reivindicado la herencia recibida, también del exvicepresidente Alfonso Guerra, a quien han querido desagraviar tras su sustitución al frente de la fundación Pablo Iglesias. “Hay páginas de la historia del PSOE que no se pueden arrancar y Alfonso (Guerra) es una de ellas”, le ha defendido, marcando de nuevo distancias con Sánchez.

SIN MENCIÓN A LAS PRIMARIAS

Pero el grueso de su intervención, en el que no ha habido mención alguna a su tropiezo en las primarias por el liderazgo del partido, ha sido para referirse a su modelo territorial, en el que el PSOE-A apuesta por un federalismo cooperativo. “Cuando Andalucía levanta la bandera de la igualdad lo hace pensando en España, en la soberanía nacional. Esa es nuestra ventaja y nuestra suerte”, ha dicho, recordando que cuando los andaluces salieron a la calle para reivindicar su autonomía “por la vía constitucional” no pedían ‘café para todos’, sino “no ser menos que nadie ni más que nadie”.

“Andalucía va a volver a liderar la igualdad -ha insistido-. Queremos ser iguales que los demás, es la misma lucha que el 28-F”, en alusión al día del referendo de autonomía. Y ha aprovechado para recordar que la comunidad recibe “un castigo” y un “trato injusto” con la aplicación del sistema de financiación, asegurando que la Andalucía no quiere “solidaridad”, sino “justicia” e “igualdad” con el resto de los territorios.

Díaz también ha rebatido el modelo de partido que promueve Sánchez, que deja más poder decisorio a las bases, y ha enarbolado el modelo representativo. “¿O acaso vosotros los delegados no habéis sido elegidos por los militantes?”, ha apuntado.

POCOS AFINES A SÁNCHEZ

El 13 Congreso del PSOE-A será un cónclave tranquilo, ya que los partidarios del nuevo secretario general escasean. Apenas son un siete por ciento de los 477 delegados que asisten, pero han querido dejar claro que el concepto de plurinacionalidad que defiende Sánchez no supone un agravio a otras regiones. Y han lamentado que el balance de gestión de la nueva secretaria general se haya referido únicamente a su gestión en la Junta, pasando por alto los agravios y disputas internas. “Su gestión institucional no se discute”, dicen algunos miembros del sector ‘sanchista’, quejosos de que “lamentablemente, no ha habido gestión del partido en la región y sí mensajes hacia Madrid”.