La portavoz de la Asociación de Afectados del 11-M, Pilar Manjón, conmovió a la comisión. Su dolor por la pérdida de su hijo Daniel, de 20 años, le apagó a veces la voz, pero no quebró su serenidad para pedir a los parlamentarios que "no utilicen nunca más el dolor de las víctimas como arma partidista", ni en la lucha política.

Manjón, una cacereña de 46 años, funcionaria del Ministerio de Defensa y vocal de CCOO, realizó tres peticiones: "Verdad, justicia y reparación". Preguntó qué falló para que llegara a ocurrir tamaña masacre. Pidió justicia y dijo que espera que los tribunales condenen a los responsables materiales e intelectuales. Y demandó reparación, aunque aclaró que no pedía una compensación económica, sino que alguien pida perdón. "El dinero ni abraza ni consuela", dijo.

PETICION A AZNAR Manjón, que confesó que el 14 de marzo se tragó su dolor y acudió a votar, apuntó directamente a José María Aznar, presidente del Gobierno cuando ocurrió la masacre, y preguntó: "Si sabe que los autores no están en lejanos desiertos, se deben aportar las pruebas ante el juez".

Criticó a la propia comisión: "Ha sido la comisión de ustedes y para ustedes", dijo antes de explicar cómo les había dolido no haber recibido información directa de los avances de la investigación, y cómo les había indignado ver sesiones en las que las guerras partidistas se imponían al objetivo de aplicar medidas para evitar otra masacre.

Los reproches de Manjón situaron a los comisionados ante su propia responsabilidad como representantes populares. "Venimos a reprocharles sus actitudes de aclamación, jaleos y vítores en algunas sesiones de la comisión, como si de un partido de fútbol se tratase", les espetó, para, acto seguido, recordarles con voz quebrada de que "se está hablando de la muerte y de heridas de por vida padecidas por seres humanos. ¿De qué se reían señorías? ¿Qué jaleaban? ¿Qué vitoreaban?".

Manjón pidió que, sin dejar de informar, no se vuelvan a emitir imágenes de los atentados que ya no son noticia y reviven en el dolor de las familias. Con la presencia de Francisco Alcaraz, de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, se cerraron las comparecencias.