La creación de un grupo de discusión sobre Catalunya en el Parlamento de Westminster ha molestado al Gobierno deMariano Rajoy. Según fuentes parlamentarias consultadas por la Agència Catalana Notícies, un miembro de la embajada española en Londres se reunió con al menos dos de los impulsores de la iniciativa, el diputado del Partido Nacional Escocés George Kerevan y el parlamentario del Partido Nacionalista Galès Hywel Williams, para "explicarles su punto de vista" sobre estos encuentros.

Según Williams, la reunión con el diplomático, que se celebró en la embajada española en Londres, tenía "un mensaje muy claro": "Era evidente que estaba en contra de algunos posicionamientos que yo había defendido en la Cámara, especialmente los que hacían referencia a algunas mociones presentadas recientemente", ha explicado Williams. El diputado apoyó propuestas que pedían al Gobierno central que "reconsiderara su posición" en relación a la judicialización de la política y la persecución de cargos electos, como la presidenta del Parlament, Carme Forcadell y firmó otra moción que lamentaba las "duras multas e inhabilitaciones" impuestas a Artur Mas, Joana Ortega yIrene Rigau por el 9-N, y reclamaba "el derecho de los diputados elegidos democráticamente a convocar referéndums".

"A la diplomacia española no le corresponde aconsejarnos sobre las actividades de este parlamento", ha recalcado Williams, que ha admitido que si bien la reunión fue "extremadamente cordial" el diplomático español se mostró "claramente en contra" de sus posicionamientos.

Preguntado sobre si la embajada le recriminó la creación del grupo de discusión sobre Catalunya, Williams ha dicho que "los diplomáticos no utilizan este lenguaje" y que su interlocutor "siempre fue muy educado" y "extremadamente cordial", aunque el diplomático dejó claro que "preferían que no se hicieran este tipo de cosas".

Precisamente esta misma semana el corresponsal de Libération,Jean Quatremer, admitió que la diplomacia española le preguntó si "sabía donde se metía" moderando una conferencia con el 'expresident' Artur Mas en la capital belga.

"TODO TENÍA QUE VER CON LA LEGALIDAD"

Williams asegura que el diplomático le insistió en que "todo tenía que ver con la legalidad" y le reiteró que la Constitución "no permite celebrar un referéndum" en Catalunya. "También es cierto que la Constitución se escribió en las postrimerías del fascismo y esto tiene una gran importancia", ha matizado el parlamentario, que cree que "si una Constitución no se puede modificar para dar respuesta a las aspiraciones democráticas de una parte del territorio es insostenible a largo plazo".

El diputado galés ha añadido que modificar la Constitución "puede ser muy difícil" y que "probablemente no es viable a corto plazo", mientras que "el que Catalunya necesita es una solución a corto plazo". "No se puede tener a millones de personas en la calle y no escuchar sus demandas", ha alertado Williams y ha apostado para "reconocer de forma oficial las aspiraciones democráticas de Catalunya y darles el visto bueno".

En cuanto a la judialización de la política y la persecución de cargos electos, Williams se reafirma. "Me sorprende bastante que el Gobierno haya decidido ir en esta dirección; no me puedo imaginar que nadie en el Reino Unido optara para recorrer a los tribunales para mirar de parar un referéndum, y todavía menos que lo hiciera el gobierno", ha asegurado el diputado del Plaid Cymru. "No entiendo cómo un estado puede decir a su gente que no hablen sobre un tema u otro", ha añadido, haciendo un llamamiento al Estado para que responda "'de una forma más creativa y positiva" a las aspiraciones políticas de Catalunya.