El embajador de España en Italia, Francisco Javier Elorza, ha enviado una carta al diario Corriere della Sera para "aclarar" algunos extremos de la entrevista que Artur Mas concedió al diario italiano. En la misiva, publicada este martes, Elorza acusa al 'president' de falsear datos como los fondos que aporta Catalunya al Estado y lo que recibe de España.

En la carta, titulada 'I veri dati della situazione in Catalogna' (Los datos reales de la situación en Catalunya), el embajador asegura que Mas dio "algún dato falso sobre lo que aporta y recibe esta comunidad autónoma del resto de España". En la entrevista, Mas dijo que Cataluña transfiere cada año a España el 8% del PIB, una cifra que consideraba demasiado elevada. Según Elorza, los datos de la balanza fiscal pueden variar del 8% del PIB que cita el 'president' a una balanza incluso positiva del 2,1%. "Los impuestos no los pagan los territorios, sino las personas que transfieren una parte de sus rentas a las que tienen menos", agrega el embajador.

También hace alusión Elorza a los motivos que esgrimió Mas para reclamar la independencia de Cataluña. "Para nosotros cuentan los motivos de identidad, cultura, lenguaje, autogobierno. Queremos poder organizar nuestra educación, nuestra sanidad, nuestros servicios. Los catalanes siempre han defendido la idea de autogobierno, desde hace 300 años", dijo el 'president'.

"El reino de Cataluña que nunca existió"

Una afirmación a la que el embajador responde que "Cataluña es una de las regiones y nacionalidades de España, que junto a otras (...) forman la rica pluralidad de España, la nación más antigua de Europa; una nación que vio la luz ya como país moderno con la unión de los reinos de Aragón y Castilla, y no, por cierto, del reino de Cataluña que nunca existió como tal".

"Me parece importante --continúa Elorza-- "aclarar que la identidad de los españoles (compuesta por esta pluralidad) no es una cuestión privativa del 'Estado' ni de 'Madrid' sino del pueblo español en el que indisolublemente se funde el pueblo catalán". Una identidad colectiva que se expresó y decidió democráticamente en la Constitución de 1978, con un 87,87% de votos a favor en España y un 90,46% de votos a favor en Cataluña, subraya.

Historia tergiversada

Para el embajador de España en Italia, los nacionalistas catalanes tergiversan el alcance de una guerra dinástica e internacional, la guerra de Sucesión 1701-1715, provocada por la muerte sin hijos del último rey de la Casa de Austria, Carlos II, en una supuesta guerra de España contra Cataluña. En esta guerra --explica el embajador-- "los barceloneses lucharon exhortados por las autoridades catalanas a 'derramar gloriosamente su sangre y su vida por su Rey, por su honor, por la Patria y por la libertad de toda España', según rezaba el bando difundido por los Tres Comunes en Barcelona el 11 de septiembre de 1714".

Ahora --añade Elorza en 'Il Corriere della Sera'--, en base a esta interpretación de la historia, que los catalanes "tratan de privar al conjunto de los ciudadanos de la democracia española del derecho a decidir, saltándose el Estado de derecho y la legalidad democrática de 1978, que nos ampara a todos, e intentan organizar una consulta al margen de la legalidad democrática para la que ya han decidido unilateralmente tanto las preguntas como la fecha".

Diferencia entre Cataluña y Escocia

En cuanto al referendo, el embajador contesta que el propio acto de celebrarlo (...) sería "además de una vulneración de la Constitución democrática, un reconocimiento de hecho de lo que hoy se pretende imponer por la fuerza, es decir, del supuesto derecho de una parte del cuerpo democrático a decidir por todos los ciudadanos españoles".

"En la pregunta estaría ya la respuesta. Es algo que se quiere hacer además violentando la legalidad democrática, mediante manifestaciones, sondeos que se conviertan en hechos consumados o mediante elecciones autonómicas desnaturalizadas (...)", sostiene Elorza.

Elorza marca diferencias entre el caso de Cataluña y el de Escocia ya que, dice, mientras los nacionalistas escoceses "han llegado a un acuerdo con el Gobierno central para realizar una consulta amparada por la legalidad democrática del Reino Unido", lo que buscan los nacionalistas catalanes "no es una reforma democrática de la Constitución (...) sino convertir el resultado de unos sondeos o unas elecciones desnaturalizadas e impuestas en un acto unilateral de secesión contraria a la historia española y europea", concluye.