El propietario de la empresa de limpieza Limasa, Manuel Carrillo, ha admitido este miércoles que pagaba sobornos para que el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet, durante el mandato de Bartomeu Muñoz, le adjudicase un contrato de mantenimiento de equipamientos municipales.

Según ha explicado Carrillo en el juicio por el 'caso Pretoria' que se sigue en la Audiencia Nacional, Muñoz le indicó que modificara las condiciones de su oferta para poder ganar puntos respecto de la empresa que había quedado en primer lugar. El empresario también ha relatado que pagó dinero en metálico al exalcalde, un total de 6.480 euros, para cuidar su relación con el consistorio, y que se avino a patrocinar a un equipo de fútbol sala a instancias del propio Muñoz, con dos aportaciones de 6.000 y 12.000 euros respectivamente.

Tras su confesión, la fiscalía y la defensa han acordado una rebaja de la condena que le evitará su entrada en prisión. Así, el ministerio público ha anunciado que pedirá 6 meses de cárcel que se pueden sustituir por una multa de 7.200 euros, que se sumará a otra multa de 12.480 euros, frente a los 3 años de carcel y casi 20.000 euros de multa que le reclamaba inicialmente. El empresario también está exento de acudir al resto de las sesiones del juicio.

EN TRES "SOBRECITOS"

"Sí, yo le entregué los 6.480 euros que me había pedido", ha declarado Carrillo, que ha especificado que entregó el dinero a Muñoz en su despacho de la alcaldía en tres candiades de 2.100, 1.980 y 2.400 euros en tres "sobrecitos" que había preparado en una cafetería al lado del consistorio.

Este proceso se ha podido escuchar en conversaciones telefónicas reproducidas en la sala. En estas, el entonces alcalde socialista le decía al empresario que no se preocupara proque el contrato ya estaba "liquidado" y le conminaba a no decir "ni una palabra a nadie".

La declaración de Carrillo contradice lo manifestado el día anterior por Muñoz, quien negó haber manipulado concursos públicos y haber reclamado dinero por teléfono.