Los partidos políticos con representación en las Cortes de Aragón reaccionaron ayer de forma desigual ante la entrevista del conseller en cap del Gobierno catalán, Josep Lluis Carod-Rovira con dirigentes de la banda terrorista ETA.

El presidente del PP aragonés, Gustavo Alcalde, exigió al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que tome cartas en el asunto y exija a Pasqual Maragall que rompa su alianza con "alquien que negocia con etarras", lo que calificó de "gravedad inaudita". Para Alcalde, cuya reacción fue similar a la de otros líderes territoriales del partido conservador, "se demuestra una vez más que Zapatero no controla nada de lo que pasa en el PSOE". También censuró que la solución a la crisis adoptada por Maragall haya sido despojar a Esquerra Republicana de Cataluña de las competencias en materia de política exterior, "como si lo que sucede en el País Vasco sea un tema de política exterior ajeno a España".

Para Chunta Aragonesista, formación que mantiene vínculos de amistad con los dirigentes de ERC, "no parece oportuno ni prudente" que Carod-Rovira haya mantenido una reunión de estas características, dada su condición de número dos del Gobierno catalán, "aunque su intención sea buena", afirmó el presidente de esta formación, Bizén Fuster.

Desde el PSOE, su portavoz en las Cortes, Jesús Miguel Franco, negó que pueda ser condenable "hablar con ETA porque lo ha hecho todo el mundo y, por eso, no hay que rasgarse las vestiduras". No obstante, consideró que la inicitiva de Carod-Rovira "no es lo más oportuno". Franco exigió al PP que "no utilice este tema como arma electoral" de cara a la próxima campaña de las generales.

Javier Allué, portavoz del PAR, reprobó tajantemente "cualquier encuentro que se produzca con la banda terrorista". Y advirtió que el diálogo para acabar con el terrorismo de ETA "siempre debe producirse entre partidos democráticos y nunca con los terroristas". Adolfo Barrena, coordinador de IU, también advirtió que el diálogo "debe producirse siempre entre fuerzas democráticas". Barrena consideró "poco prudente" que el dirigente de Esquerra Republicana de Cataluña celebrara un encuentro de estas características.