La transparencia, cuando no el entusiasmo, hace mala pareja de baile con el suspense político. La moción relámpago promovida por el PSOE sumó de inmediato a su carro a los partidos independentistas, lo que, obviamente, les sitúa fuera de los focos mediáticos que rodean siempre a los dubitativos.

Quizá por ello, tanto ERC como el PDECat pusieron ayer un poco de sordina a su entregado apoyo a Pedro Sánchez en pos de expulsar a Mariano Rajoy de la Moncloa. Los republicanos para ello han tirado de su líder, Oriol Junqueras, y afirmaron que le consultarán (a él y a la secretaria general, Marta Rovira) qué posición tomar y, en todo caso, que contrapartidas exigir.

Lo cierto es que el sí a Sánchez está más que garantizado, ni que sea por aquello de que cuanto peor esté el enemigo, en este caso el Gobierno del Estado, mejor para el secesionismo.

Tres cuartos de lo mismo sucede en el espacio posconvergente. Más allá de la reticencias mostradas por Junts per Catalunya, que no ven ninguna ganancia en pasar del PP al PSOE al frente del Ejecutivo, el PDECat, vía su portavoz, Carles Campuzano, exigió al PSOE que aclare si la moción de censura «es un simple postureo» o si de verdad pretende echar al presidente Mariano Rajoy del Gobierno.

«Si es un simple postureo, los ciudadanos no se merecen que el PSOE juegue con la expectativa cuando hay un hartazgo por la corrupción, por la incapacidad de Rajoy a asumir responsabilidad y por la necesidad de empezar un nuevo ciclo político en Cataluña», ha relatado.

ALUMNOS DE HITCHCOCK / Los otros partidos soberanistas del Congreso, PNV y EH Bildu, sí han demostrado ser buenos alumnos de Alfred Hitchcock. El PNV, por ejemplo, no suelta prenda sobre qué votará el viernes. Aunque parece claro que se van a decantar por aquella opción que mantenga bien lejos unas elecciones generales y que, por tanto, dé tiempo a deshinchar el globo demoscópico de Ciudadanos, el partido que propone el fin del concierto económico. Un casus belli para los vascos. Tomando en cuenta que Rivera ha ofrecido pactar una convocatoria de elecciones a Rajoy y de que a Sánchez le interesan tan poco un adelantamiento inmediato de los comicios como a los nacionalistas vascos, estos podrían apoyar al socialista.

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, afirmó que comparte con el «99%» de los ciudadanos vascos la idea de que «hay que desalojar a Rajoy», pero, sin embargo, entiende que la opción de aupar al candidato socialista, Pedro Sánchez, a la presidencia del Gobierno significa una «continuidad» y no representa una «alternativa democratizadora».

Manifestó asimismo que su grupo mantiene una línea de contacto con los partidos soberanistas catalanes, con los que le gustaría «sincronizar» su postura sobre la moción, pero que, en cualquier caso, no condicionarán su posición. Es decir, todo apunta a que apoyarán la moción. Pero con suspense.