El juicio a los dirigentes del procés que buscaron sin éxito la independencia de Cataluña empezará el próximo 12 de febrero y en él declararán más de 500 testigos, entre ellos Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro. El expresidente, la exvicepresidenta y el exministro de Hacienda podrán ser interrogados por Javier Ortega Smith, el televisivo secretario general y abogado de Vox, porque el partido ejerce la acusación popular. Solo la puesta en escena hace daño al PP: la formación de extrema derecha, que amenaza el espacio electoral de Pablo Casado, preguntando y pidiendo explicaciones a la «derechita cobarde», como se refiere Santiago Abascal a su antigua familia política (fue dirigente de los populares en el País Vasco).

Según el presidente del partido radical, Rajoy no fue lo suficientemente duro con los dirigentes independentistas. En el juicio, Vox tiene la oportunidad de dejarlo entrever en sus preguntas, aunque se da por descontado que el presidente del tribunal, Manuel Marchena, frenará cualquier intento de amago de mitin en el juicio del Tribunal Supremo. Es lo que esperan en la sede de Génova, donde algún vicesecretario admite que ve con temor el protagonismo de los radicales justo antes de las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo.

Vox ha requerido a Rajoy por su iniciativa para aplicar el artículo 155 de la Constitución; a Santamaría, como responsable de la llamada operación diálogo, y a Montoro, por el control de las cuentas y el posible delito de malversación cometido por algunos de los acusados.

Ortega Smith asegura que no se ha decidido quién tomará la iniciativa en los interrogatorios a los exmiembros del Gobierno, que no se celebrarán hasta fin de mes como pronto. Puede hacerlo él o Pedro Fernández, también abogado de Vox y vicesecretario jurídico de la formación. Ortega Smith niega que su partido pueda sacar rédito de juicio. «La herramienta política más importante de Vox son sus afiliados y sus simpatizantes explicando nuestras propuestas políticas a través de las redes sociales, al margen de la mayor o menor relevancia de la causa del Supremo», afirma a este diario el secretario general.

La dirección de Ciudadanos, como el PP, teme el escaparate de lujo con el que va a contar el partido ultra durante los meses que dure el juicio. Ya piensa en cómo «compensar ese protagonismo jurídico con el protagonismo político que pueden aportar Albert Rivera e Inés Arrimadas», reconoce el número dos del partido naranja, José Manuel Villegas. ¿Sería un buen momento para que Arrimadas presentara una moción de censura en el Parlament? «Esa es una sola bala y es verdad que aún la tenemos», responde, ambiguo.

José Luis Ayllón, exjefe de Gabinete de Mariano Rajoy y mano derecha de Sáenz de Santamaría durante muchos años, se está encargando de «refrescar la cronología» de todos los acontecimientos del 2017 que desembocaron en el 1-O y la posterior aplicación del 155. Recursos, plenos, consejos de ministros ordinarios y extraordinarios, el requerimiento a Carles Puigdemont, el primer plazo, el segundo... Fueron días muy largos en los que pasaron muchas cosas y Rajoy quiere repasar todos los acontecimientos para poder responder con detalles y diligencia a las cuestiones que le plantee Vox.