José María Aznar estuvo durante varias horas sin suministro eléctrico en su chalet de Baqueira-Beret durante el apagón del pasado 29 de diciembre en el Valle de Arán (Lérida), porque su servicio de seguridad retrasó la puesta en marcha de los equipos electrógenos por miedo a un sabotaje.

Según publicó ayer el diario El País, los equipos de seguridad del presidente realizaron una minuciosa inspección de la zona antes de dejar a los técnicos de Fecsa- Endesa que instalaran un equipo electrógeno capaz de suministrar fluido eléctrico a los chalets de la zona en la que pasaban las Navidades el jefe del Gobierno, su familia y todo su séquito, así como otras personas que disfrutan allí de sus vacaciones de invierno, entre las que se encuentra el presidente de Endesa, Manuel Pizarro.

INSPECCION EXHAUSTIVA Los escoltas del presidente del Gobierno temían que el apagón fuese un sabotaje terrorista contra la línea eléctrica y sospechaban que el paso siguiente fuese un atentado. Por eso el chequeo que llevaron a cabo los agentes policiales fue exhaustivo, lo que retrasó la entrada en funcionamiento de los grupos electrógenos.