El toma y daca entre la Generalitat y el Gobierno español sigue más allá de sus fronteras. Este jueves la secretaria de Estado de España Global, Irene Lozano, viajó a Berlín para mostrar a las autoridades alemanas su preocupación por la aceptación a trámite la semana pasada de una moción que "pone en duda el Estado de derecho" en España.

Reunida con Wolfgang Kubicki, vicepresidente del Bundestag, el Parlamento alemán, la representante diplomática española entregó una carta firmada por la ya expresidenta del Congreso, la popular Ana Pastor, en la que lamenta que la moción cuestiona la democracia en un país "socio y amigo como el español" y acusa a los independentistas de impulsar una "campaña de desinformación".

La carta escrita el 20 de mayo es una última señal del Estado para contrarrestar los gestos que el movimiento independentista efectúa para internacionalizar el 'procés' y ganar aliados. Aunque fue firmada por Pastor un día antes de que dejara el cargo, esta es una iniciativa del Ministerio de Asuntos Exteriores encabezado por Josep Borrell.

Lozano también se reunió ayer con otros altos cargos de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el partido de la cancillera, Angela Merkel, y de los socialdemócratas (SPD). Ambos miembros del gobierno actual remarcaron la posibilidad de que la moción aceptada a trámite no llegue a prosperar y ni sea debatida en el Parlamento alemán.

ACUSACIÓN DE MENTIR

Tanto en la misiva de Pastor como en su viaje relámpago de ayer, las representantes españolas acusaron al partido izquierdista alemán Die Linke de presentar una moción "llena de mentiras" sobre la actual situación política española que ven como una amenaza al sistema democrático. "Siembran noticias falsas que tratan de romper la integridad territorial de España, la convivencia, la democracia liberal e incluso el proyecto europeo", afirman.

La iniciativa de Die Linke, principales aliados de la Generalitat en Alemania, instaba al Ejecutivo de Merkel a buscar una "salida pacífica y democrática" a la crisis catalana que respete el derecho internacional y a ofrecer asilo a las personas "perseguidas políticamente por rebelión o sedición". Así mismo, también solicitaban la participación de observadores internacionales en el proceso y ponían en duda un juicio a los líderes independentistas catalanes en el que, remarcaban, también participa la ultraderechista Vox. Esas palabras son vistas como inaceptables desde Madrid.

Aunque la carta española también advierte de que en el Parlamento alemán hay "grupos partidarios de la independencia de Cataluña" el partido izquierdista ha remarcado en más de una ocasión que no se pronuncia a favor de la secesión, sino en contra de lo que ve como un juicio "político" contra la causa catalana.

PEQUEÑA VICTORIA INDEPENDENTISTA

La semana pasada los partidos independentistas celebraron la aceptación a trámite de esa moción como un paso más para internacionalizar su conflicto con el Estado español. El 16 de mayo el 'expresident' Carles Puigdemont también visitó la capital alemana acompañado de los 'exconsellers' Clara Ponsatí y Toni Comín para remarcar esa pequeña victoria e impulsar su candidatura a las elecciones europeas de este domingo. "Hemos ganado en Alemania, en Bélgica y en Escocia, y seguiremos ganando ahora", remarcó el líder de Junts per Catalunya.