La llamada de ETA que se recibió en el diario Gara en San Sebastián, el pasado día 3, alertando de la colocación de cinco bombas en sendas gasolineras de la periferia de Madrid fue realizada desde Avila, a través de un teléfono móvil con tarjeta prepago, según informaron ayer fuentes del Ministerio del Interior.

Asimismo, las dos llamadas que advertían de la colocación de siete bombas en otras tantas ciudades españolas el pasado día 6, coincidiendo con la celebración del Día de la Constitución, fueron hechas desde Burgos y Soria, también en Castilla y León. El procedimiento usado por los terroristas fue el mismo que el utilizado para avisar de las bombas de las gasolineras de Madrid, también con teléfonos móviles de tarjeta prepago. Los tres avisos se produjeron con una antelación aproximada de una hora antes del momento de la explosión.