ETA apuesta por promover una "vía vasca" para solucionar el "conflicto" ante el inmovilismo que están mostrando los Estados español y francés. En su décimo comunicado desde el cese definitivo del terrorismo, la banda centra centra buena parte de sus exigencias en el lendakari, Íñigo Urkullu. Sin más detalle, le reclama que "concrete una acción" para consolidar el proceso del fin de la violencia, y le reprocha que sus peticiones de un cambio de la política penitenciaria no han logrado más que "el desprecio" del presidente Mariano Rajoy.

De esta manera, ETA admite que se resigna a que sea Euskadi el único marco posible para abordar su final, cuando a lo largo de su historia siempre ha dirigido sus mensajes a los Gobiernos francés y español. Sin embargo, la cerrazón de los Ejecutivos centrales de ambos países ha acabado por consolidar una "vía vasca". Con esta decisión, la banda se muestra dispuesta a participar en un "amplio proceso de diálogo" para defender ante Madrid y París lo que se pacte en Euskadi "con una sola voz y con firmeza", con el fin de conseguir "una paz estable y duradera".

En el comunicado, publicado hoy por el diario 'Gara', la banda ha anunciado que hará "aportaciones significativas" al proceso "sin tardar", aunque no alude en ningún momento a su desarme. Por el contrario, se pregunta: "¿Para cuándo el desarme de los Estados español y francés?". Dedica la mayor parte del texto a realizar un extenso repaso de los acontecimientos de estos últimos meses y destaca que "han surgido oportunidades de avance interesantes en Euskal Herria", como la creación de la Comisión para Impulsar el Proceso de Paz emanada del Foro Social y la manifestación del 11 de enero en Bilbao, convocada por PNV y EH Bildu, que espera que marque "un punto de inflexión". También denuncia las "operaciones represivas" de las últimas semanas.

Especialmente significativo es el aval de la dirección de la banda al pronunciamiento de diciembre del Colectivo de Presos Políticos Vascos, el EPPK, en el que además de realizar un reconocimiento del daño causado, se explicitó la aceptación de que la excarcelación de los reclusos se realice utilizando las vías legales. Aquella declaración suponía que de facto los reclusos etarras aceptaban la legalidad española, una postura que es ahora valorada positivamente por ETA.

Interior advierte que las FSE siguen trabajando

El Departamento de Interior no ha querido valorar el comunicado y ha apuntado únicamente esperan que ETA anuncie su disolución definitiva, al tiempo que ha anunciado que "las fuerzas de seguridad siguen trabajando para que esa disolución se produzca".

Entre los partidos vascos, el pronunciamiento ha encontrado las valoraciones habituales. PSE y PP han coincidido a la hora de restar importancia a la declaración etarra y exigir su desaparición, mientras el parlamentario de EH Bildu Juanjo Agirrezabala ha declarado que "la pelota está ahora en el tejado del Gobierno central". El más optimista ha sido el portavoz parlamentario del PNV, para quien el comunicado "anuncia otro comunicado", y es la "antesala" de los pasos que dará la banda hacia "el desarme, decomiso o terminar con las estructuras militares".