El director en funciones de Europol, Mariano Simancas Carrión, aseguró ayer ante la comisión parlamentaria que investiga la masacre del 11-M que a sus manos no ha llegado la más mínima indicación de conexión entre ETA y los terroristas islamistas que realizaron los atentados.

No hay "ningún indicio ni ninguna prueba", aseguró, entre los etarras y los autores del 11-M. En cambio, sí vio relación entre esos atentados y el vídeo de Bin Laden en el que apuntaba a España como objetivo de Al Qaeda en octubre del 2003. Para Simancas, fue una advertencia clara de que España "ya no sólo tenía una amenaza general, como el resto de occidente, sino una concreta". "No se puede hablar de casualidades, sino de causalidades", sentenció. No obstante, Simancas consideró que no se puede acusar de imprevisión al Gobierno del PP, y añadió que, aunque hasta el 13 de marzo no hubo certeza de que los atentados eran islamistas, él dudó sobre la autoría el 11-M.

Por su parte, el ministro de Justicia de Suiza, Christoph Blocher, se quejó ayer de que el Gobierno español no le informara de las acusaciones contra Mohamed Achraf, jefe de la última célula desarticulada en España.