Los ocho supuestos miembros de la estructura de acogida a los huidos de la banda terrorista de ETA disponían de 43.000 euros, sumando los 30.000 incautados en el piso de Le Mans, los 1.900 de Angers y los 12.700 incautados al jefe Yves y a sus veteranos lugartenientes, Demonio y Mikel, en Limoges. Eran éstos los que se encargaban de proporcionar armas y documentación falsa a los etarras, a juzgar por las seis pistolas embaladas y 150 documentos administrativos franceses falsos, así como DNI de nacionalidad española en blanco y de diversos países latinoamericanos. Se localizaron también tres vehículos robados, con matrículas falsas.