La exconsejera catalana de Agricultura Meritxell Serret, que huyó de Cataluña a Bélgica junto a otros exconsejeros y el expresidente Carles Puigdemont, ha comparecido el jueves voluntariamente ante el Tribunal Supremo acompañada de su abogado, Iñigo Iruin.

Su procesamiento se produjo por malversación de caudales públicos y desobediencia, pero previsiblemente su condena habría quedado reducida a este último ilícito, como ocurrió con los ‘exconselleres’ Meritxell Borràs y Carles Mundó.

Regularizar su situación

Con su comparecencia ante el alto tribunal, Serret puede regularizar su situación de rebeldía ante la justicia española, para lo que el magistrado instructor de la causa del ‘procés’, Pablo Llarena, la ha citado en los próximos días para tomarle declaración.

A diferencia de sus compañeros de huida, el magistrado nunca llegó a cursar una euroorden contra Meritxell Serret tras la sentencia del 14 de octubre de 2019, aunque existía, sin embargo, una orden nacional de detención para recibírsele declaración y continuar el procedimiento contra ella.

La pena prevista para el delito de desobediencia es de multa e inhabilitación para empleo o cargo público de hasta dos años.

Desde ERC se han señalado que Serret había renunciado a su puesto como delegada del Gobierno catalán delante de la Unión Europea y ha anunciado que tomará posesión como diputada en el 'Parlament'.