El informe definitivo del Pentágono sobre la muerte en Bagdad, en abril del 2003, del cámara de Tele 5 José Couso y de su colega Taras Protsyuk, concluye que las tropas de EEUU no cometieron "negligencia" alguna ni tuvieron "culpa" del incidente. El Departamento de Defensa ha enviado una copia de este documento, de 52 páginas y hasta ahora confidencial, al Comité para la Protección de los Periodistas, que lo reclamó hace 19 meses.

Hasta ahora, el Pentágono se había limitado a hacer público, en agosto del 2003, un breve sumario con las conclusiones del informe, en el que afirmaba que los soldados de EEUU actuaron "de manera adecuada" cuando abrieron fuego desde un tanque contra el Hotel Palestina, en el que se alojaban numerosos periodistas durante la guerra de Irak.

El Comité para la Protección de los Periodistas asegura que el informe oficial refuerza sus propias conclusiones de que la muerte de Couso y de Protsyuk, cámara de Reuters, "no fue deliberada, pero sí pudo haberse evitado".

El Pentágono reitera que los soldados abrieron fuego para responder a disparos enemigos que provenían del hotel, extremo que niega el Comité a partir de los testimonios aportados por reporteros alojados en el Palestina.

PESAME A LAS FAMILIAS El teniente general al cargo de la investigación, cuyo nombre se eliminó del informe, declara en el texto: "Acompaño en el sentimiento a las familias de quienes murieron". Pero, a renglón seguido, agrega: "Sin embargo, la responsabilidad del incidente recae en un enemigo que eligió combatir en una ciudad, exponiendo de manera innecesaria a la población civil a los riesgos de la guerra".

Tras el incidente, el secretario de Estado, Colin Powell, escribió una carta a la entonces ministra española de Exteriores, Ana Palacio, en la que aseguró que "estaba justificado el uso de la fuerza y que se usó de manera proporcionada respecto a la amenaza".