El que fuera secretario de Estado de Seguridad con el Gobierno del PP, José Antonio Nieto, defendió ayer ante el juez que investiga las cargas policiales del 1-O en Barcelona, la actuación de la Policía Nacional en los centros de votación. «Las defensas (porras) están para usarlas, no para enseñarlas», espetó, según fuentes jurídicas. El exalto cargo subrayó que la actuación de los agentes fue «ejemplar» y sin «violencia extrema», cumpliendo siempre con los protocolos. En este sentido, precisó que sino se actuaba los ciudanos podían entender que el referéndum era legal, cuando no era así. «No se da una actitud ejemplarizante si la policía se dedica a mirar», explicó.

Este testigo, que declaró durante cuatro horas por videoconferencia desde Madrid, llegado a criticar la «pasividad» de los Mossos durante el 1-O, pero el juez le cortó advirtiéndole de que en el proceso no va contra la policía de la Generalitat. Nieto también cargó contra los CDR, a los que definió como grupos «organizados» que pretendían ostaculizar que la Policía Nacional cumpliera con la orden de la jueza del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Mercedes Armas, de impedir la celebración de la consulta soberanista y requisar el material electoral. «Se trata de cumplir la ley», repitió una y otra vez. Hasta ahora, hay 41 policías imputados por las cargas policiales.

Nieto recalcó que los agentes actuaron (él niega que técnicamente sean cargas, aunque el juez le respondió que para él si lo eran) para preservar la integridad física de los policías, pero también de los votantes. El exalto cargo concretó que se vivieron momentos de tensión en los centros de votación y que la escuela Ramón Llull, por ejemplo, los agentes fueron «secuestrados» durante media hora.

El exsecretario del Estado admitió que él, que se encontraba el 1-O en la Delegación del Gobierno en Cataluña, fue quien dio la orden de actuar en algunos centros, pero que era el mando que estaba sobre el terreno quien decidía si se debía o no abrirse paso entre las personas congregadas que impedían su entrada en los edificios. Nieto insistió que la acción de la Policía Nacional fue correcta y «profesional» a pesar del «ambiente hostil».