No parece que los directivos y exdirectivos del BBVA imputados por cohecho y descubrimiento y revelación de secretos por los contratos firmados entre la entidad y la empresa de seguridad del excomisario José Manuel Villarejo estén dispuestos a declarar en la Audiencia Nacional. El consejero delegado del banco entre 2009 y 2015, Ángel Cano, logró posponer su comparecencia hasta el día 11, al encontrarse en el extranjero, y de los otros cuatro citados, solo Antonio Béjar, presidente de Distrito Castellana Norte, accedió a responder a su abogado.

El que fuera jefe del Área de Riesgos y Recuperaciones Inmobiliarias del BBVA solo necesitó 10 minutos para reconocer que Cenyt estuvo contratada como proveedora en ese departamento entre los años 2010 y 2013 para localizar morosos y en insistir en que ignoraba que fuese de Villarejo. Béjar aseguró que ni conocía personalmente ni habló con el excomisario mientras trabajó en el BBVA.

Tanto Ignacio Pérez Caballero Martínez, director de la red de banca comercial del banco y exrresponsable de riesgos mayoristas, como Javier Malagón Navas, exdirector general de Finanzas, se negaron a declarar ante el juez Manuel García-Castellón en relación con el presunto espionaje que el BBVA habría encargado de Villarejo y que podría haber supuesto el acceso a 15.000 llamadas de entonces miembros del Gobierno, empresarios y periodistas, según informó Moncloa.com. Ricardo Gómez Barredo, exdirector de contababilidad, también declarará el día 11.

Hoy declarará el exjefe de seguridad del banco Julio Corrochano, que firmó los contratos suscritos con Cenyt y que en una conversación telefónica asegura que el «presi» le llamaba cada 10 o 15 días, en referencia a Francisco González, lo que supondría que este estaba al corriente del presunto espionaje.