Un fallo, humano o técnico, permitió ayer al Gobierno de Juan José Ibarretxe aprobar contra pronóstico las cuentas del 2005. El sistema electrónico no computó el voto de una diputada del PSE y por 37 a 36, Juan María Atutxa dio por aprobada la Ley de Presupuestos. El portavoz socialista, Rodolfo Ares, acusó al presidente de "pucherazo" por no repetir la votación.

Tan por seguro se daba un empate ayer que ya estaba convocado otro pleno de presupuestos para hoy a primera hora. Pero a las 12.42 surgió la sorpresa. El tripartito (PNV,EA, IU) sumaba a sus 36 parlamentarios el apoyo de la diputada de Unidad Alavesa, Enriqueta Benito, que prometió apoyo a cambio de inversiones en Alava. En la oposición (PP, PSE, SA) sólo faltaba el huido José Antonio Urrutikoetxea. Pero no fueron 37. El voto de la socialista Irene Novales no subió al marcador.

Los gritos y aplausos de las filas peneuvistas no ahogaron la protesta del portavoz del PSE. Ares denunció que "toda la cámara" había podido comprobar la imposibilidad de su compañera de emitir el voto. Pero Atutxa se negó a repetir la votación. Argumentó luego que el ordenador no había registrado anomalías en el momento de votar.

IMPEDIR "LA TRAMPA" Ares dijo que el PSE "agotará todas las vías a su alcance" para anular la votación, e impedir que "se consume la trampa". Y arremetió contra Atutxa porque en democracia "no es posible que se impida ejercer el voto a alguien que está presente y que quiere hacerlo".

También el portavoz del PP, Leopoldo Barreda, calificó de "atrabiliaria" la actuación del presidente de la cámara. Sozialista Abertzaleak recriminó a Atutxa que se "aprovechara" de un fallo para aprobar los presupuestos.

Los últimos presupuestos aprobados fueron los del 2003 y lograron la mayoría suficiente porque a la gripe de Arnaldo Otegi se sumó el decisivo retraso de Jaime Mayor Oreja.