La familia de Francisco Franco enterrará al dictador en la cripta de la catedral de la Almudena, en Madrid, si finalmente se procede a la exhumación de su cadáver del Valle de los Caídos. Así consta en el escrito de alegaciones que los nietos de Franco presentaron el viernes ante el Ministerio de Justicia en el que se oponen a desenterrar los restos de su abuelo. En los 11 puntos del documento, la familia plantea la «inconstitucionalidad» de la reforma de la ley de memoria histórica por «la inexistencia de una situación de extraordinaria y urgente necesidad», y alega que el Gobierno viola «el derecho fundamental a la intimidad personal del artículo 18.1 de la Constitución».

Los nietos de Franco argumentan que el poder de disposición de los restos del dictador «corresponde, en exclusiva, a su familia, que ha manifestado de forma firme, expresa y unánime su oposición a la exhumación y traslado de sus restos a lugar distinto del sepulcro que ocupan en la actualidad».

«IMPOSICIÓN FORZOSA» / «Se trata de la imposición forzosa por parte del Estado de una exhumación no consentida por los titulares del derecho fundamental, una imposición que vulnera frontalmente tales derechos fundamentales y que, por ello, no debe encontrar encaje constitucional», arguyen las alegaciones, que sugieren además un posible delito de profanación. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, saludó la decisión de la familia de Francisco Franco de hacerse cargo de los restos del dictador si se exhuman del Valle de los Caídos y consideró que es «lo lógico». «El Gobierno ha puesto en marcha actuaciones muy importantes, históricas, que este país ha tardado 40 años en poder desarrollar, y una de las más emblemáticas es la exhumación de Franco, y el homenaje que rinde a las víctimas, aseguró.