Una familia marroquí fue víctima ayer de un ataque racista en su vivienda en Balsapintada (Murcia). Unos individuos pintaron en las paredes de su vivienda y en color rojo 11-M y lanzaron botellas contra la fachada del inmueble.

En la vivienda residen, desde hace dos años, ocho inmigrantes que regentan una tienda, situada a pocos metros. La familia (un matrimonio, cuatro hijos y dos hermanos de la madre) se despertó sobresaltada en la madrugada cuando un grupo de jóvenes, que huyeron en varias motocicletas, rompieron varias botellas contra la puerta del edificio y dañaron varios vehículos aparcados.

Adziz, hijo del matrimonio, comentó que, antes del ataque, pasaron por allí unos jóvenes con unas motocicletas sin que sus ocupantes hicieran nada. Sobre las 3.30 horas de la madrugada regresaron y empezaron a lanzar botellas. La familia que reside en la vivienda no esconde su preocupación por el suceso. "Mi madre tiene miedo porque no es la primera vez que hemos sufrido un ataque así", dijo el joven. En una ocasión anterior, unos individuos insultaron a la familia y lanzaron botellas contra la casa, pero el ataque no tuvo la virulencia del de ayer.

La familia denunció los hechos ante la Guardia Civil y, a pesar del miedo que tiene, no ha pensado en cambiar de piso.