El cardenal Cañizares, en una misa por la unidad de España en Valencia. / MIGUEL LORENZO

El cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de la Diocesis de Valencia, ha publicado una carta con motivo del aniversario de la Constitución en la que, entre otras cosas, advierte de los peligros que acechan a la 'carta magna', entre los que destaca el independentismo pero también otros como el matrimonio homosexual o la fecundación artificial.

La unidad de España, un tema “de orden moral”

Ante las propuestas de reforma, Cañizares alaba el texto constitucional y apunta que, aunque "podrían ser perfilados un poco más” algunos aspectos, “los principios en que se asienta son básicos y difícilmente reformables". El cardenal subraya que se trata de la unidad de España y "la dignidad de la persona humana y sus derechos inalienables" y que ambos “pertenecen al orden moral previo sobre el que se asienta el orden político, un orden moral que se sustenta sobre la verdad”. En el texto colgado la página web de Paraula, el semanario que edita la diócesis de Valencia, advierte que “quebrar esto significaría violar el orden moral”.

Además, señala que no hay acuerdo actual que los pueda cambiar pues son anteriores al propio pacto constitucional de 1978. “El consenso con que se elaboró no creó ni esos derechos, porque son fundamentales, ni constituyó un pacto en virtud del cual se fragua la unidad de la Nación que es España", apunta el religioso.

El independentismo, la libertad y el terrorismo

Cañizares desgrana también los problemas que, en su opinión, obstaculizan la aplicación de la Constitución y apunta a “los nacionalismos excluyentes” como el principal riesgo que amenaza a la unidad del país. Denuncia que en este tema se ha corrompido la idea de libertad. "La crisis que padecemos en España en los problemas mencionados tiene mucho que ver con la crisis de la verdad y con la corrupción de la idea y experiencia de libertad", dice. Además, recupera unas palabras "totalmente acertadas" de una antigua y "memorable" instrucción de la Conferencia Episcopal sobre el terrorismo. “Pretender unilateralmente alterar este ordenamiento jurídico en función de una determinada voluntad de poder, local o de cualquier otro tipo, es inadmisible. Es necesario respetar y tutelar el bien común de una sociedad pluricentenaria”, decía aquel texto. Cañizares pide aplicar de nuevo esa fórmula y apunta a que si no se hace así “conduciremos -si no se está haciendo ya- por los caminos de la desintegración de la sociedad pluricentenaria -diría que milenaria- que es ‘Hispania’, España”.

Las 'amenazas' sociales

Respecto a los riesgos que afectarían "a la dignidad inviolable de todo ser humano y a sus derechos en el orden", cita al “aborto”, la “eutanasia", el matrimonio homosexual y también "la fecundación artificial o experimentación de embriones que algunos propugnan". Igualmente vuelve a cargar contra “nuevas ideologías, como la de género, que es preciso superar con fidelidad a nuestra Constitución". Cañizares se muestra contrario a "exaltar la libertad, individual o de grupo" hasta considerarla "como un absoluto (...) y como voluntad de poder que se impone sobre los demás".