No habrá ningún festejo para despedir la soltería del Príncipe de Asturias, ni para conmemorar las vísperas del nuevo matrimonio con su prometida, Letizia Ortiz. En señal del duelo que no cesa por la masacre del 11-M, Felipe de Borbón ha decidido suspender esa celebración, prevista para el 20 de mayo, a dos días de la boda.

En la lista de asistentes figuraban amigos y amigas de Letizia de su etapa de periodista en CNN+ y en Televisión Española. Unas 20 personas de la televisión pública y, al parecer, algunas más del canal informativo que emite durante 24 horas en el que la prometida del Príncipe trabajó también como periodista.

PRESENCIA DE URDACI En Torrespaña, sede central de los telediarios de TVE, no se descarta que hubiera sido invitado el que fue su jefe directo y copresentador del telediario, Alfredo Urdaci, aún director de Informativos. También se da por seguro que el histórico de Informe semanal , Pedro Erquicia, se encontraba entre los convocados. Fue Erquicia quien presentó a los novios en su casa. Aunque las invitaciones no habían sido cursadas todavía, la Zarzuela había realizado el habitual sondeo previo. Había entrado en contacto telefónico con los invitados, uno por uno, para confirmar la asistencia y recabar datos personales.

El formato del festejo previsto era, en todo caso, algo más encorsetado que las despedidas de soltera que celebraron la infanta Elena en Sevilla y la infanta Cristina en Barcelona. No obstante, el Príncipe ha considerado que dos meses largos después de la matanza de Madrid, debía dejar constancia nuevamente de que no olvida a los muertos.

ATOCHA También tendrá otra dimensión la entrega del ramo de flores de la novia ante la virgen de Santa María de Atocha. Como estaba previsto, tras el enlace la pareja real visitará a esta virgen que preside la basílica situada junto a donde estallaron dos de los trenes. Ahora, su plegaria incluirá un recuerdo para los muertos, los heridos, y las familias.

Dado que no tiene carácter festivo sino de bienvenida, sigue en pie la cena a los invitados reales y altos cargos la víspera de la boda. Finalmente no serán ni Aranjuez ni La Granja el escenario del ágape, sino el palacio de El Pardo.