El juez Baltasar Garzón dejó ayer en libertad bajo fianza de 20.000 euros al jefe de administración de Azkoyen, Jesús Marcos Calahorra, por pagar --con la autorización del consejo de administración-- 22.374 euros a ETA en noviembre del 2001. El juez ordenó, además, arrestar al profesor de la Universidad vasca Alfonso Martínez por ser presunto intermediario de ETA en la operación.

El magistrado dio ayer un paso más en su investigación contra la nueva red de extorsión de la banda, dirigida por el aparato económico de la organización, llamado Gezi. En los documentos intervenidos a ETA consta una nota interna en la que, en septiembre del 2001, aludía a la "satisfacción por Azkoyen de la deuda que tenía con nosotros". El juez ha podido establecer que la empresa empleó un complejo sistema financiero para evitar que el pago figurara en su contabilidad. Y para cambiar en divisas los 37 millones de pesetas (222.000 euros) pagados a ETA.