La captura de cuatro miembros de Abu Sayyaf y la incautación de 36 kilos de explosivos ha evitado en Manila otro 11-M, afirmó ayer la presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo. La mandataria informó de que el explosivo confiscado es trinitrotolueno (TNT) e iba a ser "empleado para colocar bombas en centros comerciales y en la vía ferroviaria de Manila". "Hemos desbaratado un ataque de la magnitud del de Madrid", aseguró la presidenta. Los cuatro detenidos son filipinos y fueron apresados en los últimos días, en dos operaciones policiales desarrolladas en la capital.