El PSOE y el PP pretenden abrir en julio un proceso de negociación para reformar de una vez la ley de financiación de partidos políticos, vigente desde 1987 y pendiente de reforma desde hace varias legislaturas. El secretario de organización del PSOE, José Blanco, ha trasladado al secretario general adjunto del PP, Angel Acebes, su deseo de comenzar a hablar sobre este asunto a primeros de julio, tras concluir el 36º congreso federal que los socialistas tienen convocado los días 2, 3 y 4 de julio. El dirigente popular aceptó la propuesta.

El Tribunal de Cuentas sentó las bases de la reforma de la ley de financiación de partidos en el 2002. No obstante, los dos partidos mayoritarios siguen teniendo importantes puntos de discrepancias, como los relativos a las donaciones de particulares, las aportaciones anónimas y las operaciones de condonación de deuda. El objetivo de la reforma de la legislación de 1987 es eliminar lagunas legales, ahorrar subvenciones al Estado, establecer un régimen sancionador y limitar los gastos electorales de los partidos.

Según las resoluciones aprobadas hace dos años, la nueva ley deberá regular las subvenciones que otorgan los gobiernos autonómicos a los partidos con representación en sus respectivas asambleas.

SANCIONES Tal y como venía sugiriendo el Tribunal de Cuentas, la reforma deberá incluir la aprobación de un régimen que establezca sanciones a los partidos por incumplimiento de la normativa y la obligación por parte de terceros, como los bancos, de remitir la información que soliciten los órganos fiscalizadores.

Otro objetivo es homogeneizar los requisitos exigidos y los límites para la financiación de la actividad electoral. Asimismo, se aboga por armonizar las normativas electorales autonómica y estatal, y especialmente fijar límites de gasto electoral. No obstante, estos puntos son acogidos con recelos por los nacionalistas.