Hace solo nueve días la fiscalía se opuso a excarcelar al exconsejero de Interior Joaquim Forn, al apreciar que seguía existiendo riesgo de reiteración delictiva. Ayer, en la vista con la que se resolverá un recurso anterior a esa solicitud, ha planteado que quede en libertad con una fianza de 100.000 euros. En su intervención ante la Sala de Apelaciones del alto tribunal, el fiscal del Tribunal Supremo Fidel Cadena fue muy escueto y prácticamente solo ha apelado al «imperativo legal» y al cumplimiento de las instrucciones dadas por el fiscal general del Estado, Julián Sánchez Melgar, para considerar conjurado el riesgo de la reiteración con la imposición de una fianza similar a la que en su día el juez Pablo Llarena fijó para los demás exmiembros del Govern, salvo el exvicepresidente Oriol Junqueras al que envió a prisión.

La nueva posición fiscal no tiene por qué ser asumida automáticamente por la Sala, porque la acusación que ejerce Vox defendió que permanezca en prisión. El tribunal se pronunciará en los próximos días. En la segunda vista de apelación celebrada ayer el ministerio público sí mantuvo su criterio y defendió que el candidato a presidir la Generalitat, Jordi Sànchez, debe seguir en prisión por riesgo de reiteración delictiva, posición que coincide con la de la acusación popular. Pero también se sale de la normalidad de los procedimientos judiciales que se conozca por el alegato de su abogado que el número dos de Junts per Catalunya renunciará a su carrera política «en los próximos días» para poder quedar libre y volver con su familia.

En una nota, la Fiscalía General del Estado alega varias razones para justificar su cambio de criterio: que Forn es portador de la tuberculina, lo que significa que en algún momento de su vida ha estado en contacto con la tuberculosis, pero no ha desarrollado la enfermedad, y que el pasado 24 de enero renunció a su acta de diputado, lo que demuestra su intención manifiesta de cesar su actividad política.