El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ha anunciado que la fiscalía va a abrir diligencias de investigación para conocer la actuación de un mando de la Guardia Civil en relación con una grabación vinculada a los atentados del 11-M "que ha estado durante dos años sin incorporarse a las actuaciones judiciales".Conde-Pumpido ha explicado que esta investigación, que se abre a propuesta de la fiscalía de Asturias, será "autónoma" del sumario del 11-M, porque se trata de presuntos delitos que podrían ser "obstrucción a la justicia" y no hechos terroristas.Esta mañana, el teniente coronel José Antonio Rodríguez Bolinaga ha declarado ante la comisión parlamentaria del 11-M que la cinta grabada por el guardia civil Jesús Campillo al confidente Francisco Javier Villazón Lavandera, alias Lavandero, sobre Antonio Toro y el tráfico de explosivos "no tenía valor judicial, ni policial", entre otras cosas porque la policía ya estaba al tanto de esas denuncias."Elementos de memoria" Rodríguez Bolinaga, que el pasado martes fue destituido como jefe de la Comandancia de Gijón, tras conocerse que no trasladó al juez que investiga la matanza del 11-M el contenido de esta grabación, ha explicado que antes de acudir a la Guardia Civil, Lavandero había contactado con la policía, lo que permitió a este cuerpo desarrollar la operación Pipol, que a finales de julio del 2001 se saldó con la detención de Toro y su cuñado José Emilio Suárez Trashorras.Bolinaga ha insistido en que estas cintas son elementos de trabajo, "elementos de memoria" que sirven de apoyo para hacer un informe policial, es decir, que hay agentes que nos los utilizan y otros que se conforman con notas y otros que se fían de su propia memoria. "No es obligatorio pedirla" ni "presentarla" a los mandos, que "no saben si el agente la ha utilizado o no".