La Fiscalía de Barcelona ha abierto una investigación sobre la comisión de posibles delitos económicos mediante el uso por parte de desconocidos de indigentes que han sido utilizados como testaferros y a quienes se ha vinculado con empresas con deudas de gran calibre con Hacienda, la Seguridad Social u otras firmas.

Según la fundación Arrrels, que se ocupa de las personas sin hogar, al menos 12 indigentes sufrieron estas prácticas. Por ello, la entidad llevó el caso a fiscalía el pasado 3 de noviembre. El pasado lunes, el mismo órgano judicial decidió investigar el asunto.

Los indigentes empezaron a recibir cartas de Hacienda en las que eran señalados como administradores de grandes empresas que eran morosas. Antes habían sido fichados, en momentos en que sufrían adicciones al alcohol u otras sustancias. La mayoría no recuerdan nada y los que lo hacen cuentan que firmaron papeles a cambio de un café con leche, una noche en una pensión o una cantidad máxima de 50 euros.