Carlos Floriano fue reelegido anoche presidente regional del Partido Popular en Extremadura con el apoyo del 71,74% de los compromisarios (320 votos). La candidatura oficial conseguía así una mayoría que no garantiza un periodo de estabilidad en el seno del partido. Por su parte, el que fuera delegado del Gobierno en Extremadura a lo largo de los 8 años de mandato que tuvieron a José María Aznar al frente, Oscar Baselga, sólo logró 121 votos (el 27,13%) de los 458 posibles.

El cónclave fue un calco de la imagen de división que el partido ha mostrado en los últimos meses en la región. La dirección nacional del Partido Popular presionó hasta minutos antes de la presentación de candidaturas para lograr una lista de consenso.

INTENTO FALLIDO Juan Carlos Vera, secretario de política autonómica, logró reunir a Baselga y Floriano durante el congreso, pero la negociación no fructificó a pesar de las reiteradas llamadas efectuadas por Angel Acebes, secretario general del partido, para conseguir un proyecto de cohesión. Del mismo modo que ha ocurrido durante esta semana, Génova fracasó.

La falta de entendimiento entre los presidenciables posibilitó la presentación de candidaturas al límite del plazo fijado por la mesa del congreso regional. Fuentes cercanas al exdelegado del Gobierno en la comunidad mostraban su insatisfacción con el desacuerdo, "a pesar de las facilidades que se han dado".

Las diferencias y el enfrentamiento dialéctico se repitieron durante el tenso turno de intervenciones. Baselga, que no dudó en hablar de pucherazo antes de la celebración del cónclave, acusó a la actual dirección regional del partido de beneficiarse con el reparto de compromisarios: "Hay un 60% de ayuntamientos de Cáceres que no tienen ni un compromisario en este congreso". En ese sentido, criticó a su contrincante por querer hacer "un congreso de trincheras, reducido al máximo, para controlarlo todo".

TODO TIPO DE BARRERAS Baselga señaló que desde que decidió presentarse como candidato había tenido que superar todo tipo de barreras "y alguna zancadilla impropia de este partido".

En su intervención, Floriano no bajó la contundencia de sus acusaciones contra Baselga y propuso iniciar un camino "diferente" al que ha seguido el PP extremeño durante los últimos 20 años. El candidato advirtió que intentar socavar a la dirección desde la estructura del partido es "deslealtad".