La expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, fue la última acusada en comparecer ante el tribunal del 'procés' y fue categórica al negar haber participado en una estrategia para lograr la independencia de Catalunaya. "Yo no participé ni dirigí ninguna estrategia. Me limité a cumplir con mi cargo para ser presidenta del parlament. Además no creo que haya que ser jurista para presidir" la Cámara catalana, afirmó.

Previamente, al igual que sus compañeros de banquillo, lamentó no poder hablar en catalán por utilizarse la traducción simultánea, porque con la decisión del tribunal se "minoriza" el catalán, pero luego negó tener problema en hablar en "español, porque también es lengua en Catalunya y la lengua materna de muchos catalanes", dijo.

Forcadell hizo hincapié en explicar cómo llegó a la política desde la presidencia de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y se incorporó como independiente a las listas de Junts pel Sí, en la que todos los partidos concurrieron unidos a unas elecciones que se consideraron plebiscitarias.

Las preguntas que le dirigió la exfiscala general del Estado Consuelo Madrigal fueron muchas veces contestadas con un "no recuerdo", lo que sí aseguró es que las movilizaciones de las ANC siempre fueron "masivas, pacíficas y espectaculares", para que "la gente disfrute".

En lo que sí fue categórica es en afirmar que "no es potestad de la Mesa del Parlament valorar la constitucionalidad de la tramitación parlamentaria", para no interferir en el debate parlamentario.