El flamante número dos del PP es, además del artífice de la campaña que ha llevado a Pablo Casado a la cúspide del partido conservador, un joven y modesto diputado murciano llamado Teodoro García Egea que adora el riesgo por encima de todo. Un riesgo que le ha catapultado, con solo 33 años, a la secretaría general del PP en un santiamén gracias a sus buenas dotes para recabar apoyos y vender la imagen de un nuevo líder de la derecha dispuesto a recuperar el poder.

Siempre a la sombra del ahora líder de los populares, primero en el Congreso y después como director de su campaña, García Egea nació en Cieza (Murcia) el 27 de enero de 1985 y es ingeniero industrial y de telecomunicaciones. Formado en márketing político y gestión de proyectos por la George Washington University, ha participado también en el Programa de Liderazgo de Gestión Pública en IESE Business School.

Su carrera política comenzó en el 2007, con 22 años, como concejal del PP en el Ayuntamiento de Cieza.

Entre sus aficiones figuran el judo, el maratón, el mountain bike, el piano y las travesías por la nieve. Pero la más llamativa es la de lanzar huesos de aceituna, curioso deporte en el que ha conseguido el título de campeón del mundo en la modalidad de oliva mollar chafá.