El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, ha defendido que no se siente ganador ante los taxistas, que desconvocaron este martes los paros tras 16 días sin haber conseguido ninguna de sus reivindicaciones, y los ha vuelto a emplazar a sentarse a negociar. "Creo que estamos en el buen camino ahora, habiendo retomado la normalidad", ha sostenido.

En declaraciones a ‘TVE’, el dirigente autonómico ha recordado que él ha firmado "decenas de acuerdos" con agentes sociales porque pretendían "una mejora de sus condiciones pero no la desaparición del contrario".

Para el presidente, este ha sido el "gran error" del colectivo así como "un pésimo asesoramiento en cuanto al comportamiento en la huelga, que ha provocado incidentes graves", y que le hicieron "perder la batalla con la ciudadanía".

Y es que, ha acusado a algunos taxistas de haber planteado el conflicto "como una guerra cuando no debería de haber sido así". El jefe del Ejecutivo madrileño ha sostenido que se alegra de que "hombres y mujeres, que necesitan ingresos para llevarlos a sus familias, estén hoy trabajando".

FACILIDADES PARA LOS TAXIS

"Tenemos un camino muy claro que es el de dar facilidades al taxi, liberalizar algo más su sector, permitirles que los precios no tengan que ser unos máximos y únicos sino que puedan establecer, que puedan compartir vehículos o incrementar el número de personas que se pueden subir", ha enumerado el presidente, para a continuación incidir en que estas cuestiones se abordarán en un futuro Reglamento del Taxi, que está pendiente de aprobación.

Garrido ha defendido que ante el conflicto planteado por el sector hubiera actuado exactamente igual si hubiera sido designado candidato del PP a la Presidencia regional en las elecciones de mayo porque los ciudadanos le pagan igual desde el primer día que entró al último y porque tiene que trabajar siempre "por el interés general".

En este sentido, ha explicado que al no ser él aspirante lo que menos le apetece es tener "líos" en los últimos meses de Legislatura. En este sentido, ha reconocido que lo fácil hubiera sido "coger el problema y darle la razón a los taxistas" y que hubiera sido el siguiente mandatario el que se hubiera encontrado un problema "muy serio de competencias de reclamaciones o de reclamaciones" pero no ha sido así porque "en política hay que trabajar como si fueras a estar toda la vida".