La negociación de los Presupuestos del Estado se está convirtiendo en una guerra de guerrillas en el seno de la posconvergencia. Cuando el Gobierno español y los partidos independentistas acercaban posiciones -buscando un relator de la mesa de diálogo que va a crearse- para que las cuentas al menos puedan tramitarse la semana que viene, reapareció una nueva condición -la exigencia de que se negocie explícitamente sobre el derecho a la autodeterminación de Cataluña-. Ambos puntos están en un documento que la Generalitat hará llegar a la Moncloa, documento pactado entre los dos partidos del Govern, según fuentes catalanas.

La portavoz del Govern, Elsa Artadi, mostraba ayer una cara optimista, confirmando lo que minutos antes había anunciado el líder del PSC, Miquel Iceta: que el Estado aceptaba la figura de un observador neutral en la mesa de partidos, idea compartida por Torra a Sánchez en la reunión del Palacio de Pedralbes de diciembre. Artadi sostuvo que se estaba dando «un paso en la buena dirección». Ambos gobiernos se emplazaban a enviarse mutuamente propuestas de nombres que generen confianza en ambas partes.

Por la mañana, el PSOE se había puesto en contacto con ERC vía telefónica para decirles poco menos que mensaje recibido, en referencia a las portadas de los diarios que destacaban la presión de los independentistas al Gobierno de Pedro Sánchez. Tras esta comunicación, los republicanos esperaban que hubiera algún movimiento. Cabe recordar que mientras al Gobierno le vale la abstención del PDECat, si ERC vota a favor de las cuentas, el caso inverso no le vale. Es decir, el sí posconvergente sería insuficiente sí ERC no apoya las cuentas.

Y el movimiento llegó con la propuesta de incorporar a un externo a las reuniones de las fuerzas, se llame como se llame la figura. La medida fue muy bien recibida tanto en el partido como en el 50% del Govern que comanda Pere Aragonès.

Algunas voces incluso apuntaron que, vista la dificultad que entraña que el Gobierno se entrometa en la acción judicial, siquiera en la Abogacía del Estado, la creación del «facilitador» podría valer para admitir a trámite las cuentas. Otras voces, sin embargo, recordaron que la condición para tal admisión era doble y sin este segundo paso, el de la situación judicial, no puede haber placet republicano. Tras la cumbre de la tarde, el presidente de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, incidió en el «fin de la represión», y en «el ejercicio del derecho a la autodeterminación» para apoyar las cuentas

Condición «irrenunciable» / Artadi, en la misma comparecencia antes mentada añadió, asimismo y solo cuando fue preguntada al respecto la condición «irrenunciable» de abordar el derecho de autodeterminación.

Fuentes soberanistas consultadas interpretaron que en parte del puente de mando del independentismo posconvergente cundió el pánico al ver que se estaban acercando posiciones con el Gobierno, y por ello se levantó una bandera de difícil digestión en la Moncloa, la referencia a la autodeterminación. Fuentes de presidencia sostenían que este punto estaba pactado ayer con ERC. A media tarde Presidencia de la Generalitat hacía público el documento de propuestas de Torra a Sánchez el pasado 20 de diciembre, en el que se habla explícitamente de «reconocer y hacer efectivo» el derecho de autodeterminación. Fuentes del PSC ven salvable el escollo: si hay un relator, este se encargará de confirmar que unos piden la autodeterminación y otros la niegan. Sin más recorrido.

La figura externa planteada por el Gobierno va en la línea de lo que demandaba el independentismo, pero con dos importantes diferencias. La Moncloa rechaza que se trate de un «mediador» y rebaja su entidad. Habla de un «relator», de «alguien que pueda tomar notas». Y lo más importante: el Ejecutivo señala que esta persona no se incorporaría en ningún caso a las reuniones bilaterales entre el Estado y la Generalitat.

«La democracia nos obliga a sentarnos con quienes no piensan como nosotros», dijo en el Senado la vicepresidenta, Carmen Calvo, que precisó que se trataría de un «relator», de «alguien que pueda tomar nota» y «pueda coordinar» la mesa de partidos, alguien «que entienda bien de resolver una crisis territorial importante». El PP y Cs tardaron poco en acusar al Ejecutivo de «traicionar España» y dar «respetabilidad a los golpistas».

Por el momento, ERC ya registró ayer su enmienda a la totalidad de los Presupuestos. El republicano Joan Tardà vinculó la negociación de las cuentas con los gestos que el Gobierno ha de hacer en relación a la fiscalía general del Estado y la situación de los presos del procés.