El nuevo marco de negociaciones sobre Gibraltar que han abierto España y Reino Unido reconoce a las autoridades gibraltareñas el derecho de veto en todas las materias, incluidas las que afecten a la soberanía del Peñón. Así lo recoge un comunicado divulgado ayer por los ministerios de Asuntos Exteriores español y británico y el Gobierno de Gibraltar, en el que se expone el acuerdo alcanzado respecto al modo de funcionamiento del foro de diálogo.

El acuerdo otorga a Gibraltar "voz propia y separada" en las negociaciones y señala que cualquier decisión deberá contar con el beneplácito de las tres partes. Y en el caso de que se aborden asuntos relacionados con la soberanía del Peñón, cuyo acuerdo formal es competencia exclusiva de los dos estados, España "entenderá" que el Reino Unido no suscriba el acuerdo sin el consentimiento del Gobierno de Gibraltar.

Ello supone un giro en la posición tradicional española, que siempre ha rechazado cualquier injerencia de las autoridades de Gibraltar en el debate sobre el estatus de la colonia, cuya soberanía reclama España. El nuevo foro de diálogo, de agenda "abierta", será convocado a nivel ministerial por las tres partes al menos cada 12 meses, al margen de otras reuniones de rango inferior que puedan tener lugar.

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, calificó ayer de "disparate" el acuerdo suscrito por el Gobierno con Londres y Gibraltar porque, en su opinión, el Peñón queda en "igualdad de condiciones" que los dos estados implicados.