Los Gobiernos central y vasco iniciarán en febrero la negociación sobre una lista de 33 competencias pendientes de transferir a Euskadi, en la que se incluye la gestión de Instituciones Penitencias, una materia que fue innegociable por parte de todos los inquilinos de la Moncloa durante la existencia de la banda terrorista ETA. Sin embargo, el Ejecutivo de Pedro Sánchez no ha incluido en dicha lista el régimen económico de la Seguridad Social, una materia que el Gobierno vasco considera «prioritaria» y que aparece recogida en el Estatuto de Gernika.

Las 33 competencias figuran negociables en un documento elaborado por el Ejecutivo central, que ha fijado un plazo de un año para culminar estos traspasos. Las conversaciones entre ambas administraciones, que a finales del año pasado ya acordaron algunos traspasos menores relacionados con ferrocarriles y carreteras, comenzarán a partir de la primera semana de febrero, cuando el Gobierno central presentará una primera propuesta para transferir a Euskadi siete materias en marzo.

PRIMERA TANDA

Las competencias que se incluirán en dicha propuesta se refieren a productos farmacéuticos, seguro escolar, ayudas a la jubilación de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo, transporte ferroviario en línea de cercanías y Feve, escuelas viajeras, centros de estudio y experimentación y obras públicas, y administración institucional e innovación tecnológica. Sobre la gestión de las prisiones ubicadas en Euskadi, el artículo 10 del Estatuto vasco fija que Euskadi tiene «competencia exclusiva» sobre «la organización, régimen y funcionamiento de las instituciones y establecimientos de protección y tutela de menores, penitenciarios y de reinserción social, conforme a la legislación general en materia civil, penal y penitenciaria».

Sin embargo la transferencia de prisiones no se ha considerado «prioritaria» por parte de la Moncloa y la negociación comenzaría en julio para cerrar un posible acuerdo en enero del 2020.

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, afirmó que, pese a las «discrepancias» en cuanto a las competencias incluidas y el calendario fijado, el Gabinete de Iñigo Urkullu no «desaprovechará» la ocasión de obtener mayor autogobierno.