La primera crisis de Gobierno de la 'era Rajoy' (sin contar con la marcha ordenada de Miguel Arias Cañete a Europa y su relevo por Isabel García Tejerina) ha dejado entrever, en los pasillos del Congreso, el malestar que en el Ejecutivo y el PP ha causado la dimisión precipitada de Alberto Ruiz-Gallardón, con la crisis catalana aún por resolver judicialmente.

Pocos ministros o dirigentes populares han querido loar la figura del hasta hoy ministro de Justicia. Una imagen distinta de la que dejó el anuncio de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, de que no va a optar a la reelección.

A primera hora de la mañana, la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, ha salido al paso de las preguntas de los periodistas asegurando que Gallardón tenía "una gran visión política". Eso sí, ha aprovechado para intentar derrumbar la imagen de que ella es una de las principales responsables de que la reforma de la ley del aborto haya quedado en un cajón al dejar caer todo lo contario: Que el ministro "en parte era su jefe", dado que ella procede del cuerpo de Abogados del Estado, y que ha "aprendido mucho de él".

Estas palabras han bastado como excusa para que otros ministros hayan rehuído las preguntas de la prensa, salvo el titular de Industria, José Manuel Soria, quien ha destacado la trayectoria "larga", "intensa" y "brillante" del exministro. Soria ha recalcado además que la decisión de retirar la polémica contarreforma del aborto ha sido una decisión "colegiada" de todo el Gobierno "en aras a la búsqueda de un mayor consenso".

El Ejecutivo ha dejado, asimismo, a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, la difícil tesitura de enfrentarse a una interpelación de la Izquierda Plural sobre el asunto. Pese a que la dirigente conservadora no tiene nada que ver con el asunto, el Gobierno ha justificado la decisión asegurando que las interpelaciones las puede contestar cualquier miembro del Gabinete de Rajoy.

En este contexto, Báñez se ha remitido a las explicaciones que el presidente ofreció el martes ante la prensa para justificar la retirada de la reforma. Ha asegurado que al Gobierno "no le gusta la legislación actual" y por eso "ha hecho un gran esfuerzo" en pro del consenso con el anteproyecto legal que diseñó Gallardón. Y ha ratificado que promoverán una reforma parcial para que las menores de 16 y 17 años se vean obligadas a recabar el consentimiento paterno a la hora de interrumpir voluntariamente su embarazo.

Desde la tribuna del Congreso, Báñez ha asegurado que hablaba en nombre de todo el Gobierno a la hora de "agradecer" su labor a Gallardón y su "colaboración solidaria". "Todo el equipo de Gobierno perdemos con su marcha. Ha sido gratificante compartir con él estos tres años apasionantes", ha señalado.

Para Gaspar Llamazares las explicaciones de Báñez no han sido suficientes. El diputado de la Izquierda Plural ha censurado que la vicepresidenta no haya querido dar la cara y ha emplazado al Ejecutivo a que dé cuentas de una crisis de Gobierno que, en su opinión, ha venido motivada por un choque "ideológico" y una batalla labrada entre los "propagandistas", en referencia a Gallardón, y los "tecnócratas", en referencia a Saénz de Santamaría.

Desde el PSOE, su líder, Pedro Sánchez, quien el martes celebró la retirada del controvertido anteproyecto y se atribuyó parte de la victoria, pidió al PP que retire el recurso que mantiene ante el Tribunal Constitucional (TC) contra la ley que regula el actual sistema de plazos, que es similar a la de la mayoría de los países del entorno europeo. “Espero que el recurso no prospere”, ha dicho el jefe de la oposición, quien también ha recordado que el actual presidente del organismo judicial, Francisco Pérez de los Cobos, fue militante del PP.

Sánchez ha leído parte de la regulación actual que ya exige a las menores de 16 y 17 años que informen a sus padres si quieren abortar (salvo que aleguen que esta situación les genera un conflicto familiar grave), una disposición que el Gobierno quiere endurecer para que el consentimiento paterno sea en estos casos obligatorio, y se ha preguntado: “¿Qué es lo que les incomoda? ¿Qué quieren cambiar?”.