Al día siguiente de que Artur Mas lamentara "el silencio por respuesta" de Mariano Rajoy a su petición, en la proclamación de Felipe VI, de una reunión, ambos dirigentes han hablado por teléfono. Lo ha desvelado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "Han mantenido una conversación telefónica cordial y, a partir de ahí, trabajaremos para que pueda concertarse un encuentro", ha anunciado Santamaría.

La vicepresidenta no ha querido dar detalles de la charla que supone el deshielo de las relaciones entre Rajoy y Mas, si bien ha afirmado que aún no hay fecha fijada para la cita y ha dejado claro una vez más, eso sí, que el Gobierno no se moverá de su posición contraria a la consulta soberanista. Aun así, Santamaría ha valorado la predisposición de ambos a dialogar, y ha enfatizado que, en el caso del Gobierno, se pronunciará siempre en el marco de la legalidad.

"No seré yo quien entre a alimentar lo que precisamente se está viendo estos días", ha dicho en referencia al ir y venir de comentarios a propósito de las dificultades para establecer un diálogo entre el Ejecutivo central y el catalán. "Creo que lo importante es que han hablado, que los dos tienen voluntad de hacerlo y que se trabajará para que así sea", ha resumido, sin querer desvelar de quién de los dos ha sido la iniciativa de telefonear.

El referendo "no tiene cabida"

Por enésima vez, la vicepresidenta ha subrayado que el jefe del Ejecutivo "ha dejado siempre clara la posición del Gobierno", que pasa por respetar la ley, la Constitución y lo aprobado en el Congreso de los Diputados --que rechazó el traspaso de competencias a la Generalitat para poder convocar la consulta-- porque "sobre eso no puede disponer ningún gobernante". "Ese referendo de autodeterminación no tiene cabida", ha insistido.

Preguntada sobre si van a hablar o no de la consulta, teniendo en cuenta el rechazo del Estado y que el Govern no quiere renunciar al 9-N, se ha limitado a decir que "no se han acotado los términos [de la reunión] en esa conversación". Tampoco ha querido desvelar cuánto tiempo ha durado ni dónde tendría lugar el encuentro. "Ha sido suficiente. Creo que es una buena manera de medir la noción del tiempo", ha dicho.

"Si me llama mañana, viene mañana"

La expectativa en torno a la reunión hasta este viernes truncada entre ambos mandatarios creció este miércoles, cuando el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, reveló en la sesión parlamentaria que Mas le había pedido cita a Rajoy aprovechando que coincidieron en la proclamación del rey Felipe VI. Rajoy ignoró la interpelación de Duran, cuando instó al presidente a que dijera si esa petición era cierta o no, y afirmó que las puertas de la Moncloa están abiertas para el 'president'. "Si me llama mañana, viene mañana", aseguró.

Al día siguiente, fue Mas directamente quien confirmó su petición, en la sesión en el Parlament, haciendo esta interpretación: "Si le digo a Rajoy que estoy dispuesto a reunirme con él, que tan solo hace falta que me convoque y obtengo el silencio por respuesta, quizá puedo pensar que no desea verme". "Solo es necesario que me convoque. Si yo pudiera convocarlo a él, hace tiempo que lo habría hecho", afirmó Mas.

La versión del PP

El último episodio de ese desencuentro fue la negación por parte del PP de que la Generalitat hubiera hecho llegar una solicitud formal de reunión a Presidencia del Gobierno. Finalmente, esa conversación ha llegado, de momento por teléfono. Este mismo viernes por la mañana, el portavoz del Govern, Francesc Homs, se mostraba convencido de que el encuentro acabaría teniendo lugar, tal y como ha garantizado horas después la vicepresidenta del Gobierno.

La última vez que Mas y Rajoy se reunieron fue el 29 de agosto del 2013, en un encuentro secreto en la Moncloa, que trascendió al cabo de unos días y que no sirvió para acercar posiciones.