Mariano Rajoy no cuenta con el botón electoral en Cataluña. Según fuentes de la Moncloa, el presidente del Gobierno no puede volver a llamar a las urnas pese al bloqueo político en esta comunidad y pese a la ambigüedad del párrafo del 155 sobre este asunto. En el texto aprobado en el Senado se puede leer que el jefe del Ejecutivo asume la competencia de «decretar la disolución anticipada del Parlament o el fin de la legislatura y para la convocatoria de elecciones autonómicas». No marca un tope de ocasiones en que lo podría hacer, aunque sí hasta cuándo tendría ese poder: Rajoy dispondría de esa potestad durante un «plazo máximo de seis meses desde la aprobación por el Senado»; esto es, hasta el 27 de abril.

Sin embargo, fuentes de la Moncloa aseguran a este diario que, a pesar de la literalidad y de la laguna por no haber dejado escrito el número de veces que puede hacer uso de esa prerrogativa, es inviable que el presidente pueda ejecutar de nuevo esa competencia que se arrogó en virtud del 155. Ya lo hizo para convocar los comicios del 21 de diciembre y descarta repetir ese gesto. «No se entendería y se vería como un abuso total. Estaría fuera de lugar», afirma un alto cargo del equipo del presidente. «Es como si él mismo, cuando en el 2016 no se pudo llegar a un acuerdo entre los partidos, hubiera decidido repetir las elecciones sin que se agotaran todas las posibilidades», añade esa fuente.

MENSAJE DE TRANQUILIDAD / En este sentido, el coordinador del PP, Fernando Martínez Maillo, afirmó ayer en rueda de prensa que su partido no quiere «convocar elecciones». «Nuestro objetivo es que haya Gobierno cuanto antes en Cataluña y que no tome decisiones contrarias a la ley», apuntó. Maillo lamentó de nuevo que Inés Arrimadas, la ganadora de los comicios de diciembre con Ciudadanos, no haya intentado presentarse a la investidura. «Fue el voto útil y la victoria inútil», sentenció.

A diferencia de los últimos cónclaves, el tema de Cataluña no centró la reunión semanal del PP, que en esta ocasión fue más multitudinaria, ya que Rajoy convocó en la sede del partido al comité ejecutivo nacional, con barones y dirigentes de toda España. El líder de los populares quería preparar la convención nacional que celebra el PP en abril en Sevilla, una cita con la que espera rearmarse ideológicamente en un momento en el que la oposición «se ha echado al monte» (en palabras de Maillo) y varios colectivos (pensionistas y mujeres, de manera destacada) se han manifestado en las calles.

«EXCESO DE RUIDO» / Rajoy intentó transmitir un mensaje de tranquilidad pese al «exceso de movilización y ruido» y pidió a los suyos que subrayen la «gestión» del Gobierno y destaquen el freno de la Moncloa a las «abultadas» peticiones que plantean los partidos de la oposición. El jefe del Ejecutivo criticó que el PSOE se haya levantado del pacto educativo y Ciudadanos, del de justicia. Por contra, el máximo dirigente de los conservadores ha recordado a sus compañeros que deben recordar que su partido «sabe llegar a acuerdos» y así lo hizo para pactar la subida del salario mínimo interprofesional, la equiparación salarial de la Policía y la Guardia Civil con otros cuerpos autonómicos y el aumento de las nóminas de los funcionarios.

Maillo también presentó el eslogan de la convención de Sevilla, «Contigo crece España», que aparece junto al dibujo de un árbol, que es una encina, según concretó él mismo. El coordinador general explicó que el PP se ve a sí mismo como un árbol de esa especie que, pese a las inclemencias del tiempo, aguanta y «da protección».